LISBOA 26 Oct. (de la corresponsal de EUROPA PRESS, Patricia Ferro) -
El cardenal patriarca de Lisboa, José Policarpo, apeló en la homilía de una misa en la Catedral de la capital a todos los católicos para que estén en "primera línea" en la lucha por la vida y recordó que los portugueses votaran en el referéndum del aborto según su conciencia y no en función de argumentos políticos "débiles" y con "con medias verdades".
Anoche, durante la celebración de la eucaristía de la fiesta de dedicación de la Iglesia Madre de la diócesis de Lisboa, el obispo de la capital portuguesa hizo referencia al referéndum sobre la liberalización del aborto hasta las 10 primeras semanas de gestación que se celebrará en los primeros meses de 2007.
Hoy el presidente de la República envió al Tribunal Constitucional la propuesta aprobada por el Parlamento para realizar la consulta popular.
Ante una catedral llena de fieles, Policarpo afirmó que aunque hay partidos políticos e incluso el propio Gobierno defendiendo esa propuesta, "los argumentos políticos y culturales son débiles, y en ocasiones contradictorios", al final, dijo, por mucho que se empeñen, "todo se decidirá al nivel de las conciencias y éstas no se aclaran a la fuerza, ni con medias verdades".
Por el contrario, indicó, las conciencias se aclaran "con el diálogo amigo y fraterno de quién puede testimoniar con verdad su respeto por la vida y de ese diálogo todos pueden ser protagonistas, con amor, con firmeza y con convicción, sabiendo que ésta es una lucha de civilización". "Os recuerdo que Dios está presente en cada vida generada", concluyó.
El obispo lisboeta hizo un llamamiento a los católicos para que se posicionen en la primera línea en el combate por la vida y que expresen en el referéndum ese aprecio por ella.
"El pueblo portugués va, una vez más, a ser llamado a decir sí o no a una ley tolerante y permisiva en relación a la interrupción violenta de la vida en el seno materno" y es ahí, donde "nuestra comunidad va a mostrar el aprecio que tiene por el misterio de la vida y ahí exprimirá su actitud cultural y sus valores morales", afirmó Policarpo, que recordó que "los católicos creen que toda la vida es un don de Dios" por eso, dijo, "para participar en la vida divina, tiene que estar en la primera línea de ese combate por la vida".
En defensa de esa vida, el cardenal garantizó que la Iglesia "está dispuesta a amar e incluso a comprender a las mujeres que viven el drama del aborto", pero "no podemos dar nuestro apoyo a una ley que "relativiza el valor de la vida", concluyó el cardenal patriarca de Lisboa.
El Parlamento portugués aprobó el pasado jueves la propuesta presentada por el gubernamental partido socialista para realizar un referéndum sobre el aborto con la siguiente pregunta: "está de acuerdo con la despenalización de la interrupción voluntaria del embarazo, si es realizada, por opción de la mujer, en las primeras 10 semanas, en un establecimiento de salud legalmente autorizado?".
LA SITUACIÓN LEGAL
Ahora tiene que ser aprobada por el presidente de la República, Aníbal Cavaco Silva, que hoy mismo envió la propuesta al tribunal constitucional, que tiene 25 días para pronunciarse. Después el jefe del Estado tiene un plazo de 20 días más para aprobarlo, algo que todo indica que hará, y marcar la fecha, que deberá ser en los tres primeros meses de 2007.
Ahora comenzará la campaña con socialistas, BE, PC, Los Verdes y diversas asociaciones no gubernamentales apoyando el sí, y la iglesia, el CDS-PP, el PSD y todas las asociaciones católicas y Pro-Vida, defendiendo el no.
A pesar de la ley del aborto en Portugal es muy similar a la de España, solamente varían las semanas en las que se puede realizar en algunos supuestos. La diferencia está en la aplicación de la misma. Mientras que en España, al igual que la Organización Mundial de la Salud (OMS), los médicos admiten los motivos económicos y sociales como factores de riesgo en la salud psíquica de la madre, al igual que el hecho de un embarazo no deseado, en Portugal no ocurre lo mismo. Además de que el código deontológico de los médicos portugueses es contrario a la Ley y no admite el aborto.
Esto implica que en Portugal no hay clínicas privadas que realicen la interrupción involuntaria del embarazo, como ocurre en España, no porque la ley lo impida, sino porque, en principio, no hay médicos disponibles. En el último año más de 5.000 portuguesas, en su mayoría de entre 19 y 31 años, solteras y con un nivel socioeconómico alto, han cogido un coche y se han ido a España para abortar. Otras, entre 20.000 y 40.000 lo hicieron en Portugal, pero de forma ilegal.
Esta no es la primera vez que los portugueses son consultados sobre este asunto. En 1998 ya se celebró un referéndum con la misma pregunta que se realiza ahora, pero el resultado no fue vinculante, ya que solamente fueron a votar el 31,8% de los electores y es necesario al menos un 50%. Ganó el no con un 50,5% de los votos.