Portugal.- El santuario Mariano de Fátima celebra sus 90 años inaugurando nueva basílica y con más de 250.000 peregrinos

Europa Press Internacional
Actualizado: jueves, 11 octubre 2007 19:42

FÁTIMA (PORTUGAL), 11 (De la corresponsal de EUROPA PRESS, Patricia Ferro)

La Iglesia Católica inaugura mañana en el recinto del Santuario Mariano de Fátima la nueva iglesia de la Santísima Trinidad, coincidiendo con la clausura de las celebraciones del 90 aniversario de las apariciones de la Virgen de Fátima a los tres pastorcillos, que se conmemoran este año.

La ceremonia, que coincide con la segunda mayor peregrinación del año a Fátima, estará presidida por el cardenal Tarcisio Bertone, secretario de Estado del Vaticano, e incluye un mensaje televisado del Papa Benedicto XVI, que se dirigirá en directo a los cerca de 250 mil peregrinos que se espera que lleguen a Fátima durante este fin de semana.

Además, también estarán presentes las más importantes figuras del Estado portugués. El presidente de la República, Aníbal Cavaco Silva, el del Parlamento, Jaime Gama, y el ministro de la Presidencia, Pedro Silva Pereira, entre otras autoridades.

Durante todo el fin de semana se realizarán celebraciones para conmemorar los 90 años de las apariciones. Sin embargo, el día grande será mañana, con la inauguración del nuevo templo, realizado por el arquitecto griego Alexandros Tombazis, con capacidad para nueve mil peregrinos. La iglesia ha costado cerca de 80 millones de euros que han sido financiados por los fieles.

En este nuevo templo está muy presente el espíritu de Juan Pablo II. Fue el Santo Padre el que ofreció la primera piedra para esta Iglesia de la Santísima Trinidad, por ello mañana se colocará esta piedra enfrente del altar del nuevo templo, ya que el Santuario decidió que cumpliría mejor su misión si permanece a la vista de los files.

Pero la presencia de Juan Pablo II no acaba ahí. El sábado se inaugurará la nueva ubicación de la estatua del fallecido Sumo Pontífice que peregrinó a Fátima en 1982, 1991 y en 2000, año en el que beatificó a los pastorcillos Francisco y Jacinta Marto. La estatua estará situada en las proximidades de la Cruz Alta, en el atrio del lado norte exterior de la nueva Iglesia, junto a las de Pío XII, Pablo VI y el obispo José Alves Correia da Silva.

EL NUEVO TEMPLO

La idea de una nueva iglesia surgió con el objetivo de acoger a más fieles, una vez que la basílica del Santuario se había quedado pequeña. En Fátima se reciben unos 800 mil peregrinos al año.

El templo es ovalado, sin columnas y con poca altura. Cuenta con cinco capillas de reconciliación y dieciséis confesionarios que giran alrededor de la nave principal. Cumpliendo con la finalidad de acoger y ayudar a los feligreses, se han construido espacios comunes, entre ellos un café, destinados a la reflexión y el descanso de los más de cuatro mil grupos de peregrinos que pasan por allí cada año. En esta zona se puede contemplar un mural de gran dimensión de azulejos dibujados por el arquitecto portugués Álvaro Siza Vieira, autor de la ampliación del paseo del Prado en Madrid, entre otras obras en España.

El altar mayor está decorado con un panel de 500 metros cuadrados realizado con azulejos y aplicaciones en cuatro tipos de oro diferentes, que representan la Jerusalén que describe el libro del Apocalipsis. También se pueden observar a Francisco, Jacinta y Lucía, los tres pastorcillos a los que supuestamente se les apareció la Virgen.

Un cristo de gran dimensión preside el altar junto con una escultura de la Virgen de Fátima que lleva los brazos abiertos, un rosario y la señal del corazón.

FRANCISCO Y JACINTA NO SERÁN SANTIFICADOS

El único asunto que está enturbiando estas celebraciones es la noticia de que los dos pastorcillos que ya son beatos, Francisco y Jacinta, no serán canonizados por ahora. El proceso ha sido paralizado porque los médicos del Vaticano no consideran probado que hayan realizado un milagro. Por eso es necesario esperar a que aparezca otro.

El supuesto milagro que sustentaba este proceso de canonización era la cura de un niño, hijo de emigrantes portugueses en Suiza, que sufría de diabetes. En mayo de 200, cuando presenciaba en directo por televisión las ceremonias de beatificación de los dos pastorcillos en Fátima, presididas por Juan Pablo II, la madre del niño acercó su cabeza a la pantalla de la televisión rezando por su cura. Después la diabetes desapareció.

El problema planteado por los médicos del Vaticano es que existe la posibilidad de que la diabetes que sufría el pequeño era de un tipo que es curable por lo que habría una explicación científica de cura, ya que cuando la enfermedad es congénita hay casos de evolución favorable sin necesidad de tomar medicamentos, argumentan.

Ahora, el presidente de la Congregación para la Causa de los Santos, el cardenal portugués, José Saraiva Martins, explicó que las pruebas aportadas para probar el milagro no fueron suficientes para obtener una respuesta positiva, pero que el proceso no terminó, "sólo fue aplazado a la espera de que aparezca otro milagro".

Pero esta no es la primera vez que se pone en duda la veracidad de los supuestos milagros de Jacinta y Francisco. Ambos videntes fueron beatificados en el año 2000, después de que se probase la supuesta cura de una mujer en Leiria que volvió a andar tras varios años sin hacerlo. Sin embargó, este supuesto milagro también levantó numerosas dudas médicas.

Ahora se espera la autorización del Vaticano para abrir el proceso de beatificación de Sor Lucía, la tercera de las videntes que fallecieron en 2005. Ya ha sido presentado el pedido de anticipación de plazo canónico de cinco años tras la muerte.

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