BEIRUT, 9 Feb. (EP/AP) -
El líder de Hezbolá, jeque Hassan Nasralá, encabezó hoy una marcha de cientos de miles de musulmanes en Beirut y afirmó que tanto el presidente estadounidense, George W. Bush, como la secretaria de Estado, Condoleezza Rice, deberían "callarse la boca" después de que estos acusaran a Siria e Irán de fomentar las protestas en relación con la publicación de las caricaturas de Mahoma.
Nasralá instó a los musulmanes de todo el mundo a que sigan manifestándose hasta que haya una disculpa por las viñetas y hasta que Europa apruebe leyes que prohíban los insultos contra el profeta. El líder de la milicia libanesa habló ante una procesión de chiíes que celebraban la fiesta de la 'Ashura', que conmemora el 700 aniversario de la muerte del imán Husein, nieto del profeta.
"La defensa del profeta debería continuar en todo el mundo. Hagamos que Condoleezza Rice y Bush y todos los tiranos se callen la boca. Nosotros somos un país islámico que no puede tolerar, callarse o mostrarse laxo cuando insultan a nuestro profeta y santos", afirmó.
"Defenderemos al mensajero de Dios no sólo con nuestras voces sino también con nuestra sangre", declaró a la multitud, que según los organizadores era de unas 700.000 personas, mientras que la Policía no ofreció una estimación final pero situó la cifra incluso por encima.
Bush, que habló ayer por primera vez sobre la polémica, condenó los disturbios y pidió a los dirigentes extranjeros que detengan la propagación de la violencia y protejan a los diplomáticos en las embajadas asediadas. Por su parte, Rice dijo que Irán y Siria "se han salido del camino para inflamar los sentimientos y utilizar esto para sus propios fines y el mundo debe recriminárselo".
Nasralá pidió una disculpa por las viñetas y leyes que eviten una repetición de lo que ha ocurrido con las viñetas, afirmando que mientras que hay esfuerzos para resolver la crisis con Dinamarca otros periódicos en otros países en Europa están publicando las caricaturas.
"No puede haber ningún arreglo antes de una disculpa y no puede haber ningún arreglo antes de que se establezcan leyes por el Parlamento Europeo y los parlamentos de los países europeos", previno. Los países islámicos deberían pedir "una ley que comprometa a la prensa y los medios en los países occidentales a no insultar a nuestro profeta". "Si esto no se logra eso significa que Occidente insiste en seguir esto", añadió.
Según Nasralá, si la controversia hubiera afectado a los judíos o a Israel, Occidente habría reaccionado de un modo diferente y más rápido. "¿Es el mundo islámico menos importante que un puñado de sionistas? No podemos admitir esto", aseveró.
