MADRID, 3 Oct. (EUROPA PRESS) -
El presidente de Argentina, Alberto Fernández, se suma a las felicitaciones dirigidas hacia el candidato a la Presidencia brasileña, Luiz Inácio Lula da Silva, después de que se haya perfilado este domingo como el político más votado en la primera vuelta.
"Felicito a mi querido Lula por su triunfo en primera vuelta y hago llegar mi sincero respeto al pueblo de Brasil por su profunda expresión democrática", ha dicho el mandatario argentino en un mensaje publicado en la red social Twitter.
Tras las elecciones argentinas que dieron la victoria a Alberto Fernández en octubre de 2019, Lula da Silva le felicitó a través de una carta, ya que se encontraba detenido desde abril de 2018 por una condena de supuesta corrupción. En ella, el dirigente brasileño le deseaba "buena suerte" tanto para él como para su compañera de fórmula, Cristina Fernández, y destacaba que "poco a poco" América Latina avanzaría hacia la "fraternidad" y el "respeto".
"Las palabras de mi amigo me emocionan", afirmó Fernández, partidario igualmente de recuperar los "lazos de fraternidad y respeto" entre los dos países vecinos. "Aprovecho para reclamar por su libertad y para enviar un cálido saludo a todo el pueblo hermano de Brasil", añadió.
Fernández hizo campaña a favor de su liberación antes y después de las elecciones, al visitarle en prisión. Estas actuaciones han generado la crítica del actual presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, quien incluso rehusó felicitarle.
Con el 97,07 por ciento de los votos escrutados, Lula da Silva, líder del Partido de los Trabajadores, se ha perfilado como ganador de la primera vuelta, al conseguir el 47,88 por ciento de las papeletas --más de 54,8 millones de votos--. Mientras, el actual presidente saliente y líder del Partido Liberal, Bolsonaro, ha obtenido el 43,68 por ciento --más de 49,7 millones de electores--, según los datos difundidos por el Tribunal Supremo Electoral (TSE).
El TSE ha confirmado que se necesita realizar la segunda vuelta de las elecciones, el 30 de octubre, ya que ninguno de los candidatos consiguió alcanzar más de la mitad de los votos.
Los sondeos previos a las elecciones situaban a Lula muy por delante de su adversario, ya que pronosticaban, incluso, que ganaría la presidencia en la primera vuelta.
