El presidente interino de Malí dice que no hay una escalada de tensión

Dioncounda Traoré
AFOLABI SOTUNDE / REUTERS
Actualizado: viernes, 7 junio 2013 10:54

Afirma que las operaciones militares "contribuirán a convencer al MNLA de la necesidad de negociar"


MADRID, 7 Jun. (EUROPA PRESS) -

El presidente interino de Malí, Diouncounda Traoré, ha afirmado este jueves que la toma de Anefis por parte del Ejército y su avance hacia Kidal, localidad controlada por el Movimiento Nacional de Liberación del Azawad (MNLA), "no significa una escalada en la confrontación" entre ambas partes.

En una entrevista concedida a la emisora Radio France Internationale, el mandatario maliense ha destacado que la decisión de tomar Anefis "había sido tomada hace mucho" y ha descartado que esté relacionada con la presencia del grupo independentista tuareg en Kidal.

"Consideramos que el territorio es indivisible y que el Ejército ha de desplegarse allá donde considere necesario. Es necesario que esté presente en Kidal para la organización de las elecciones --cuya primera ronda se celebrará el 28 de julio-- y para mantener la seguridad. Y estará presente en Kidal", ha advertido.

Pese a ello, ha expresado que "la elección del Gobierno es el diálogo" y ha destacado su buena disposición de cara al proceso de diálogo que se iniciará este viernes en la capital de Burkina Faso, Uagadugú, entre las autoridades y el MNLA.

"Estoy seguro de que alcanzaremos un acuerdo", ha dicho, antes de reconocer que las operaciones militares de los últimos días "contribuirán a convencer al MNLA de la necesidad de negociar".

En este sentido, ha resaltado que las tropas franceses y de la Misión Internacional de Apoyo a Malí (MISMA) colaborarán con el Ejército en su avance hacia Kidal, localidad en la que ha asegurado que también se desplegarán tropas de la Comunidad Económica de Estados de África Occidental (CEDEAO).

Por último, ha destacado que "todo está listo" de cara a la celebración de los comicios y ha rechazado posicionarse del lado de ninguno de los candidatos. "Me abstuve a presentarme y me niego a expresar mis preferencias. Mi neutralidad es fundamental para la credibilidad y la neutralidad de las elecciones", ha remachado.

FIN DEL ALTO EL FUEGO

Tras la toma de Anefis, el MNLA y el Alto Consejo por la Unidad del Azawad (HCUA) anunciaron el fin del alto el fuego proclamado de forma unilateral en abril y se reservaron "el derecho de defenderse contra un Ejército 'etnocida' asistido por milicias étnicas perfectamente conocidas e identificadas".

"Las instancias militares del Azawad se consideran en estado de legítima defensa y tomaran parte de las acciones militares necesarias para expulsar al Ejército maliense de las posiciones que ha recuperado gracias a la operación 'Serval'", agregaron.

En este sentido, valoraron que la operación militar en Anefis "confirma una vez más que el Gobierno de transición no está a favor de la paz ni a favor de la celebración de elecciones legítimas". "La junta militar de Bamako no da importancia alguna a los esfuerzos de la comunidad internacional para lograr un acuerdo negociado", indicaron.

Así, ambos grupos recordaron que la operación militar maliense ha tenido lugar apenas dos días antes de la celebración de un encuentro entre el Gobierno y los separatistas para limar sus diferencias de cara a la celebración de comicios en el país.

"Hemos aceptado supervisar sus objetivos iniciales de independencia y hemos reconocido la integridad territorial de Malí y hemos aceptado la celebración de elecciones presidenciales en el Azawad. Sin embargo, la flagrante disparidad de derechos y deberes de las partes nos impulsa a poner fin al alto el fuego", explicaron.

"Ni el MNLA ni el HCUA entregarán las armas antes de que se haya alcanzado un acuerdo sobre el estatuto definitivo del Azawad, y se reservan el derecho a responder a las agresiones del Ejército y sus milicias", aseguraron.

Ambos grupos se mostraron muy críticos con el Gobierno francés por su postura hacia el conflicto y acusaron a París de "condenar el simple arresto de militares malienses infiltrados en Kidal mientras se abstiene de condenar las masacres cotidianas de civiles tuareg".

Pese a ello, resaltaron que ambos grupos mantienen sus compromisos con la comunidad internacional y que permanecen dispuestos a negociar con el objetivo de alcanzar una "solución justa y equilibrada".

LUCHA DEL MNLA

En abril de 2012, el MNLA arrebató todo el norte de Malí, de mayoría tuareg, a las tropas gubernamentales en una rebelión cuyo fin último era la independencia, pero la revuelta fue enseguida secuestrada por tres grupos islamistas: el Movimiento de Unidad para la Yihad en África Occidental (MUYAO), Ansar Dine y Al Qaeda del Magreb Islámico (AQMI).

Desde entonces, los islamistas implantaron la 'sharia' (ley islámica) en las ciudades de Tombuctú, Kidal y Gao y destruyeron templos históricos en los que, según su criterio, se ejercía la idolatría.

A pesar de la declaración de independencia formulada entonces por el MNLA, ni Malí ni la comunidad internacional reconocieron el paso dado por el grupo tuareg. Los tuareg han protagonizado varios levantamientos para conseguir que se reconozca la autonomía de dicho pueblo o la creación de un país propio en la región.

Entre 1990 y 1996, los tuareg combatieron contra Malí y Níger en una revuelta instigada por una grave hambruna en la región, la dura represión contra los derechos políticos de esta población y la crisis de refugiados derivada de la debilidad política de ambos países durante la década de los ochenta.

Más recientemente, los tuareg volvieron a tomar las armas entre 2007 y 2009 a causa de la lenta e insatisfactoria desmovilización e integración de los rebeldes en la vida civil y las Fuerzas Armadas. En el proceso, varios políticos tuareg fueron destituidos de sus cargos y algunos terminaron en la cárcel.

A principios de enero, estos grupos islamistas comenzaron a avanzar hacia la línea de demarcación en la región de Mopti, mientras que varias unidades de los grupos 'yihadistas' presentes en la zona se desplegaron al sur de Tombuctú, ciudad que ya está bajo control del Gobierno central gracias a la operación militar lanzada con el respaldo de París.

La operación francesa comenzó el pasado 11 de enero, cuando Hollande anunció que su Gobierno atendería la petición de ayuda militar formulada por las autoridades malienses, ante la ofensiva lanzada por los islamistas.