Archivo - El presidente de Líbano, Joseph Aoun, en el Palacio de Baabda en enero de 2025 (archivo) - Marwan Naamani/ZUMA Press Wire/d / DPA - Archivo
MADRID, 25 Dic. (EUROPA PRESS) -
El presidente de Líbano, Joseph Aoun, ha afirmado este jueves que "las cosas avanzan en una dirección positiva" tras los últimos contactos con Israel y ha destacado que "el espectro de la guerra ha sido alejado de Líbano".
"Puedo decir que el espectro de la guerra se ha alejado de Líbano y que las cosas van en una dirección positiva, si Dios quiere", ha señalado tras un encuentro con el patriarca maronita, Bechara al Rai, en Bkerké, desde donde ha expresado su deseo de que 2026 sea el año del "nacimiento de un nuevo Líbano".
Así, ha cargado veladamente contra el partido-milicia chií Hezbolá y ha abogado por "un Estado de instituciones, no un Estado de partidos y sectas", en medio de las tensiones con el grupo por los planes de Beirut para desarmar a la formación, según ha recogido la agencia estatal libanesa de noticias, NNA.
"Hay una herida que sangra en el sur y espero que con el nacimiento de un nuevo Líbano pongamos fin a las guerras y vivamos en paz", ha manifestado Aoun, quien ha prometido además que las elecciones tendrán lugar según el calendario previsto. "Es un deber constitucional que debe ser cumplido", ha zanjado.
Las palabras del presidente libanés llegan después de que delegaciones de Israel y Líbano se reunieran la semana pasada para abordar vías para mantener en pie el alto el fuego pactado en noviembre de 2024 tras trece meses de combates entre las tropas israelíes y Hezbolá al hilo de los ataques del 7 de octubre de 2023.
Durante la jornada, Israel ha lanzado un nuevo bombardeo contra Líbano en el que han muerto dos personas, entre ellas un supuesto miembro de la Fuerza Quds de la Guardia Revolucionaria de Irán, según el Ejército israelí, sin que Teherán haya reaccionado por ahora a estas afirmaciones.
Israel ha lanzado decenas de bombardeos contra Líbano a pesar del alto el fuego de noviembre de 2024 argumentando que actúa contra actividades de Hezbolá y asegura que, por ello, no viola el pacto, si bien tanto Beirut como el grupo se han mostrado críticos con estas acciones, igualmente condenadas por Naciones Unidas.
El alto el fuego contemplaba que tanto Israel como Hezbolá debían retirar sus efectivos del sur de Líbano. Sin embargo, el Ejército israelí ha mantenido cinco puestos en el territorio de su país vecino, algo también criticado por las autoridades libanesas y el grupo chií, que exigen el fin de este despliegue.