COLOMBO, 9 Ene. (Reuters/EP) -
El presidente de Sri Lanka, Mahinda Rajapaksa, ha reconocido este viernes su derrota en las elecciones presidenciales, apenas una hora después de que el primer recuento concediera la victoria al opositor Mitrhipala Sirisena.
"El presidente ha reconocido su derrota durante un encuentro con el opositor Ranil Wickremesinghe y el nuevo presidente jurará su cargo esta tarde", han indicado fuentes de la Presidencia, agregando que Rajapaksa ya ha abandonado su residencia oficial.
Así, el coordinador presidencial, Wijayananda Herath, ha manifestado que el mandatario ha pedido a Wickremesinghe, quien será el nuevo primer ministro del país, que "facilite una transición tranquila".
Por otra parte, un alto cargo del Gobierno aliado del presidente ha asegurado que "no hay buenas noticias, son todo malas noticias" debido a los resultados de las elecciones. "Creo que la gente necesita un cambio, y estamos en democracia", ha concedido.
El Departamento de Elecciones ha indicado que Sirisena ha logrado un 51,3 por ciento de los votos, mientras que Rajapaksa, que buscaba un tercer mandato, ha recabado un 46,9 por ciento de los respaldos. Los datos se corresponden al recuento de 3,26 millones de los cerca de 15 millones de votantes.
Rajapaksa, que lleva en el poder desde 2005, convocó unas elecciones anticipadas confiando en que conseguiría una victoria fácil, pero muchos votantes habían expresado en las últimas semanas su respaldo al exministro.
El presidente consiguió una gran popularidad después del fin de la guerra civil en 2009, si bien en los últimos tiempos hace frente a críticas por mostrar amiguismo a la hora de repartir los principales puestos del país.
Analistas citados por la cadena de televisión británica BBC han indicado que Sirisena ha conseguido explotar esta percepción, ganando numerosos respaldos entre sectores de la población que han mostrado hasta ahora su apoyo a Rajapaksa.
El país se encuentra dividido en líneas étnicas que se vieron reforzadas después de que los rebeldes tamil se alzaran en armas en 1972 para intentar lograr la independencia, encontrándose con una respuesta brutal por parte del Gobierno, desencadenando un conflicto que se saldó con miles de muertos.
La campaña electoral ha estado marcada por la violencia, después de que un activista opositor muriera el miércoles tras ser tiroteado mientras organizaba una manifestación. Apenas un día antes, otros tres manifestantes resultaron heridos durante un acto.
