YUBA 22 Oct. (Reuters/EP) -
Los presidentes de Sudán, Omar Hasán al Bashir, y de Sudán del Sur, Salva Kiir, han mostrado este martes su satisfacción por la reanudación de las exportaciones de petróleo del sur a través de los oleoductos sudaneses, con lo que se pondría fin a un conflicto recurrente entre ambos países.
"Las dos partes expresan satisfacción sobre el progreso hecho con relación al flujo y la exportación del petróleo", han indicado ambos presidentes en un comunicado conjunto después de mantener conversaciones en Yuba.
La visita de Al Bashir a Sudán del Sur es la segunda que realiza el mandatario desde que el país declarase su independencia en julio de 2011. Como consecuencia, Sudán eliminó los subsidios al combustible, que en la práctica duplicó su precio, y se produjeron disturbios. El país atravesó una profunda crisis económica al no poder explotar los yacimientos de hidrocarburos que se encuentran sobre todo en Sudán del Sur.
El Ministerio de Petróleo sudanés rebajó la producción de petróleo en octubre a unos 190.000 barriles al día de la anteriormente anunciada de 240.000 barriles diarios y atribuyó el cambio de cifras a un "error administrativo".
Los mandatarios han tratado de alcanzar un acuerdo sobresobre la región fronteriza de Abyei, muy simbólica para ambos países. El prometido plebiscito que resolvería si la zona pertenece a Sudán o Sudán del Sur se ha estancado por los desacuerdos sobre quién tiene derecho a votar. Los líderes de uno de los grupos afines a Sudán del Sur han amenazado con realizar su propio referéndum en una semana.
El comunicado conjunto indica que ambos países tratarán de establecer una fuerza administrativa y policial. Los presidentes han afirmado que "el 2 por ciento de los ingresos derivados del petróleo de Abyei, incluidos los pagos pendientes, serán pagados a la administración de Abyei".
Sudán del Sur informó de que había obtenido más de 1.300 millones de dólares (más de 960 millones de euros) en ventas de petróleo desde abril, mes en el que restauró su producción. También aseguró que había pagado más de 300 millones de dólares (más de 221 millones de euros) al Gobierno de Sudán para exportar el crudo a través de sus oleoductos.