BAGDAD, 2 Jun. (Reuters/EP) -
El primer ministro iraquí, Haider al Abadi, ha pedido a los políticos del país que aplacen sus protestas contra las reformas anticorrupción y que apoyen de manera unánime las lucha del Ejército contra el Estado Islámico en Faluya.
Al Abadi ha tenido que enfrentarse desde febrero a una crisis política y ha sido incapaz de reunir a los diferentes bloques del Parlamento para que apoyen un plan anticorrupción que propone varias medidas, entre ellas, crear un nuevo Gabinete.
El primer ministro ordenó la ofensiva a Faluya el pasado 22 de mayo, después de que la crisis política desatara una serie de manifestaciones que lograron colarse en la Zona Verde y tras unos atentados reivindicados por el Estado Islámico que afectaron los distritos chiíes de Bagdad.
"Pido a los políticos una tregua en las confrontaciones hasta que Faluya se haya liberado", ha declarado Al Abadi en la televisión pública iraquí tras una visita al frente cerca de Faluya.
Desde que comenzó el ataque a Faluya no ha habido más intentos por parte de los manifestantes de asaltar la llamada Zona Verde, donde se encuentra el Parlamento, así como otros edificios públicos y embajadas. Los manifestantes habían logrado colarse en este barrio el 30 de abril y el 20 de mayo.
Al Abadi prometió el pasado diciembre que 2016 sería el año de la "victoria definitiva" contra el Estado Islámico, esperando que se produjera la conquista de Mosul, ciudad que el grupo terrorista considera su capital.
Faluya es la segunda ciudad iraquí más grande en manos del Estado Islámico después de Mosul y además es la primera localidad que el grupo terrorista capturó, en enero del 2014.
La ciudad fue también bastión de la insurgencia contra la ocupación estadounidense en Irak y contra el Gobierno chií que se estableció después de el derrocamiento de Sadam Hussein.