PARÍS/BEIRUT, 20 Jul. (EUROPA PRESS/Javier Gómez Muñoz) -
El primer ministro libanés, Fuad Siniora, acusó hoy a Israel de estar en vías de "destruir" su país mediante bombardeos masivos, "sin dañar prácticamente a Hezbolá", guerrilla chií contra la que oficialmente actúa el Ejército hebreo.
"Los israelíes no hacen prácticamente ningún daño a Hezbolá. Sólo infligen pérdidas entre los civiles libaneses", se quejó Siniora, entrevistado por el diario galo 'Le Figaro'. "Con su reacción completamente desproporcionada, destruyen Líbano, hacen el país añicos, vuelan puentes e infraestructuras y cometen crímenes inimaginables", afirma el jefe de Gobierno del país árabe.
"Israel se dice víctima del terrorismo. Pero, desde hace una semana, es Israel quien practica el terrorismo de Estado", acusó Fuad Siniora. El gobernante libanés dejó claro que su Ejecutivo no es solidario de Hezbolá y condenó el secuestro de dos militares israelíes, origen de la ofensiva del estado hebreo.
En cambio, el "verdadero problema" para Siniora no es "el desarme de Hezbolá", como argumenta Tel-Aviv, sino "la retirada de Israel de los territorios ocupados en Líbano". "Después", aseguró, "el Gobierno libanés afirmará su soberanía en todo el país, pero no antes".
El dirigente libanés, sin embargo, se mostró reticente a la propuesta de la comunidad internacional de instalar una fuerza de interposición en la frontera entre Líbano e Israel. "Serviría para crear un escudo entre Israel y Líbano, pero no resolvería la crisis a largo plazo", alegó Siniora.
"Nos están llevando al infierno", declaró el responsable libanés a 'Le Figaro'. El primer ministro pidió de nuevo un "alto el fuego general" y apoyó la petición francesa, hecha ayer por el presidente Jacques Chirac, de crear "un pasillo humanitario para transportar medicamentos y alimentos a la población del sur de Líbano, aislada del resto del país". Aunque los bombardeos del Ejército israelí se extienden por todo el país, el sur del Líbano, que hace frontera con el Estado hebreo, es la zona más castigada.
Mientras tanto, al menos 10.000 civiles libaneses se encuentran bloqueados desde hace días en la aldea de Rmeich, en la frontera con Israel, sin electricidad ni líneas telefónicas y con las reservas de alimentos prácticamente agotadas, según advirtió hoy la Cruz Roja libanesa, citada por la agencia misionera de noticias MISNA.
La Cruz Roja local ha calificado de "catastrófica la situación en que se encuentran los libaneses que se han abandonado sus casas huyendo de los bombardeos y el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) está intentando conseguir la apertura de un corredor humanitario.
"RESPONSABILIDAD CRIMINAL"
Por otra parte, la Alta Comisionada de la ONU para los Derechos Humanos, Louise Arbour, advirtió ayer de que las atrocidades contra la población civil en Líbano, Israel y los territorios palestinos conllevan una responsabilidad criminal y quienes las efectúan podrían ser llevados ante la justicia.
"El derecho internacional exige responsabilidad legal. El nivel de víctimas mortales, y su previsibilidad, podrían implicar la responsabilidad criminal de los involucrados, en particular aquellos en posición de mando y control", previno Arbour en Ginebra, según recoge la ONU en un comunicado.
La Alta Comisionada recordó que las partes en conflicto tienen la obligación de observar la máxima cautela y respetar el principio de proporcionalidad en todas las operaciones militares, para evitar el sufrimiento innecesario de la población civil.
"La artillería indiscriminada contra ciudades equivale a un previsible e inaceptable propósito de hacer de la población civil un objetivo", subrayó. "Igualmente, es injustificable el bombardeo de sitios de supuesta importancia militar pero que terminan invariablemente matando civiles inocentes", agregó.
"El derecho humanitario internacional es claro acerca de la obligación suprema de proteger a los civiles durante las hostilidades", recordó, resaltando que "esta obligación se expresa en la ley criminal internacional, que define los crímenes de guerra y los crímenes contra la Humanidad".
Arbour también advirtió sobre el deterioro de la situación humanitaria, en particular en el sur de Líbano, donde los informes indican un creciente déficit de servicios básicos a la población a causa de la violencia.
"La situación en el sur de Líbano es alarmante", dijo. "Un importante número de personas, que crece constantemente, han sido obligados a abandonar sus hogares. Los Derechos Humanos elementales de la población están en peligro o están siendo violados, incluidos los derechos a la vida, la salud y la alimentación", lamentó.
Para la Alta Comisionada debe ser prioritario el acceso seguro y sin restricciones de la asistencia humanitaria a estas personas, incluido el paso veloz y sin impedimentos de los funcionarios encargados de esa asistencia.
La Fuerza Interina de la ONU en Líbano (FINUL) anunció también ayer que su cuartel general en Naqura además de otro de sus puestos en Bint Jubayl fueron alcanzados por disparos de la artillería israelí provocando daños materiales "nada despreciables", según indica Naciones Unidas en un comunicado.
Según indicó el portavoz adjunto del secretario general de la ONU, "la FINUL indicó hoy (miércoles) que se han producido un cierto número de incidentes cerca de las posiciones de la ONU en el sur de Líbano". De acuerdo con la FINUL, su puesto en Bint Jubayl, situado en el sector central, fue alcanzado por dos disparos de artillería que provocaron "daños materiales no despreciables, si bien no se produjo ninguna pérdida de vidas humanas".
Asimismo, la misión de la ONU indicó que su sede en Naqura "también fue alcanzada por un disparo de artillería, también sin pérdida de vidas humanas", según el portavoz, que explicó que los disparos israelíes eran una respuesta a un ataque de la milicia chií libanesa Hezbolá, cuyas posiciones están próximas a las de la FINUL.