ROMA, 31 Oct. (EUROPA PRESS) -
El presidente italiano, Romano Prodi, barajó hoy la posibilidad de desplegar miembros del Ejército en Nápoles, como ocurrió por un periodo de seis años en Sicilia en 1992, después de que la Mafia siciliana asesinara ese año a dos altos fiscales anticorrupción en la ciudad de Palermo, tras el rebrote de asesinatos callejeros en la región con siete muertos desde el viernes pasado.
"Estamos iniciando un análisis sobre la cuestión del Ejército en Nápoles para estudiar los beneficios a largo plazo", admitió Prodi e insistió que esta vez no lucharán "sólo para tranquilizar a la opinión pública durante unos días o por unos meses", según declaraciones de Prodi recogidas por las principales agencias de noticias italianas.
Mientras que ciertos funcionarios se han mostrado escépticos ante la posibilidad de enviar al Ejército a Nápoles, incluido el presidente de la región napolitana, Antonio Bassolino, por su parte, el portavoz de Prodi, Silvio Sircana, aseguró que la decisión será tomada en breve.
Por su parte, el ministro italiano del Interior, Giuliano Amato, aseguró hoy que enviarán a Nápoles 1.000 agentes de patrulla e incorporarán cámaras de vigilancia para frenar la última oleada de violencia callejera y crimen organizado en la ciudad --bastión de la Camorra napolitana que ejerce el control del tráfico de drogas, prostitución y sobornos--, que ha dejado un saldo de siete muertos desde el viernes pasado en distintos incidentes.
"Tenemos que reestudiar radicalmente y de forma permanente la manera en que garantizamos la seguridad de nuestros ciudadanos",aseguró Amato en un comunicado en el que anunció las nuevas medidas de seguridad.
Asimismo, aseguró que Italia "quiere un cambio de dirección verdadero" y, en este sentido, subrayó que se trata de la primera vez que el Ejecutivo italiano apuesta todo en "medidas permanente y no temporales". Las nuevas patrullas de Policía con 1.000 nuevos efectivos --que se sumarán a los 13.000 agentes de Policía ya existentes en la ciudad-- y las cámaras de vigilancia, estarán operativos en Nápoles a partir del próximo 9 de noviembre, explicó Amato, sin especificar cuántos desempeñarán funciones de oficina y cuántos realizarán tareas de patrullaje.
El último episodio de violencia, se registró a unos ocho kilómetros al norte de Nápoles, donde un hombre de 36 años fue abatido y asesinado en la tienda de videojuegos de ordenador que regentaba, según informó el cuerpo de la Policía paramilitar o 'Carabinieri', e incidieron en que la víctima no contaba con antecedentes penales y resultaba prematuro hablar de posibles móviles.
Dos horas más tarde, dos conocidos miembros de un clan local fueron disparados mientras conducían una moto en la calle Torre del Greco, 17 kilómetros al sur de Nápoles, según informaron los Carabinieri.
El lunes por la noche, Vincenzo Prestigiacomo, un presunto mafioso perteneciente a la Camorra, fue abatido en una calle céntrica de Nápoles cuando salía de un bar. La policía llevó a cabo siete arrestos de presuntos criminales, aunque la operación no parece estar relacionada directamente con la muerte de Prestigiacomo.
