Despliegue de seguridad en Jammu - REUTERS / MUKESH GUPTA
SRINAGAR (INDIA), 7 (Reuters/EP)
Las calles de la principal ciudad de la Cachemira india, Srinagar, han amanecido este miércoles desiertas por tercer día consecutivo, ejemplo de un bloqueo político y policial que no ha evitado sin embargo que se produzcan algunas protestas esporádicas contra las últimas medidas del Gobierno central.
El Gobierno derogó el lunes el estatus especial del que venía gozando históricamente Jammu y Cachemira, lo que sumado a una suspensión de los principales servicios de comunicaciones ha sumido a la zona en una tensa calma vigilada a pie de calle por decenas de miles de efectivos de seguridad.
Fuentes policiales y testigos han confirmado que varios grupos de jóvenes han lanzado piedras contra agentes y militares para expresar su malestar por las últimas medidas. Se trata de protestas "localizadas" y a las que las fuerzas de seguridad han respondido con gases lacrimógeno y esprai de pimienta, según un policía que ha pedido permanecer en el anonimato.
Un testigo también ha confirmado la utilización de gases lacrimógenos por parte de la Policía durante un enfrentamiento el martes que se prolongó durante horas en la zona de Old Barzullah. "Vi a unos cien chicos, en pequeños grupos, lanzando piedras", ha declarado esta fuente.
La Policía ha patrullado las calles durante la noche para, a través de altavoces, pedir a los ciudadanos que permaneciesen en sus casas. Entretanto, el gobernador de Jammy y Cachemira, Satya Pal, ha pedido a las autoridades que garanticen que la población local tiene suficientes recursos, según la agencia ANI.
Oficialmente, no existe ningún toque de queda en la región, pero en zonas como la parte sur, epicentro de la insurgencia durante los últimos años, hay un bloqueo total 'de facto'. "La autopista estaba desierta, excepto por algunos camiones y autobuses que llevan a trabajadores al valle", ha explicado una autoridad estatal.
Unas 200 autoridades han recibido teléfonos satelitales para poder hablar, mientras que varios cientos más se sirven de una red militar restringida, según una fuente policial. El ciudadano común, en cambio, apenas tiene forma de comunicarse.
"La comunicación es un salvavidas", ha advertido un miembro del servicio de Bomberos que teme que este cuerpo no se entere de posibles emergencia. Así, solo se podría emitir una alerta acudiendo directamente a una estación de Bomberos o pidiéndoselo a la Policía.