MADRID, 22 Mar. (EUROPA PRESS) -
El Ministerio afgano de Economía ha publicado la primera Revisión Financiera Donante que permite conocer ya las cifras y hechos básicos de la ayuda internacional que ha recibido este país desde el derrocamiento de los talibán. Se trata del primer informe público sobre la ayuda recibida en este país, uno de los principales destinos de la asistencia humanitaria, según informó este lunes la agencia humanitaria de la ONU, IRIN.
Los críticos se quejaban de falta de transparencia y coordinación, y también han denunciado que gran parte de estos fondos se han desviado a través de la corrupción y la mala forma de administrar el dinero. Así, afirman que los logros conseguidos en educación, sanidad y comunicaciones podrían haberse conseguido con una fracción del coste.
Con este documento ya se puede saber que se han gastado 36.000 millones de dólares en este país centroasiático durante el período 2001-2009 de un total de 61.000 millones de dólares prometidos en préstamos y concesiones.
Entre los donantes, Suecia está entre los primeros donantes en lo referido a cubrir la distancia entre le compromiso y la acción --lo que se traduce en que el 90 por ciento de sus promesas las ha convertido en fondos concretos-- y le siguen Reino Unido y Estados Unidos --el mayor donante a Afganistán durante los últimos ocho años, concediendo más de 23.000 millones de dólares--.
Durante los últimos cinco años, la ayuda donante per cápita ha sido de 1,241 dólares, mucho menos que la cantidad gastada en Irak y Bosnia, a pesar de que Afganistán es uno de los países del mundo con mayores indicadores de pobreza y vulnerabilidad.
La baja capacidad de absorción de ayuda también se cita como una razón por la cual más ayuda no ha alcanzado a los vulnerables, según los expertos. Pero la calidad de la ayuda también es una cuestión importante. "La prioridad no es necesariamente incrementar el volumen de ayuda, sino asegurarse de que se gasta de manera efectiva y que tiene un resultado positivo para los afganos", afirmó el director de política de la ONG Oxfam en Afganistán, Ashley Jackson.
El Gobierno del presidente, Hamid Karzai, ha sido acusado de corrupción endémica, ineptitud y mala administración de la ayuda, pero sólo ha manejado el 23 por ciento de los fondos extranjeros, unos 8.000 millones de dólares.
Cerca de 29.000 millones de dólares fue gastado directamente por los donantes, más de 15.000 millones de esta cantidad fue distribuido directamente a través de canales militares extranjeros, según el documento.
Esto incluye el Programa de Respuesta de Emergencia de los Comandantes, donde los oficiales superiores sobre el terreno tienen acceso a efectivo para el gasto táctico, y los Fondos de Reconstrucción Provinciales cuyo objetivo es "ganar los corazones y mentes" de los afganos, según explicó Jackson.
SECTOR DE LA SEGURIDAD
Mark Ward, asesor especial de desarrollo del enviado de la ONU en Afganistán, Staffan de Mistura, aseguró que los donantes tienen financiados sus propios proyectos porque el Gobierno no ha conseguido diseñar bien los programas nacionales. "Los proyectos de los donantes a menudo no se diseñan junto con el Gobierno afgano y puede que no reflejen las prioridades afganas", declaró.
Casi la mitad de la asistencia concedida durante el período 2002-2009 fue gastada en el sector de la seguridad, especialmente en fortalecer la Policía y el Ejército. La sanidad recibió un seis por ciento, la educación y la cultura un nueve por ciento y el desarrollo rural y agrícola un 18 por ciento.
"Las inversiones en el sector de la seguridad son muy importantes porque es difícil apoyar las mejoras en la gobernanza y el desarrollo si el ambiente no es seguro", afirmó Ward.