MOSCÚ 16 Sep. (Reuters/EP) -
El presidente de Rusia, Vladimir Putin, ha anunciado este lunes la reapertura de una base militar en el Ártico que data de la época soviética, en un nuevo ejemplo de los intentos de Moscú por asegurar los recursos energéticos de la zona y aprovechar la costa norte como ruta de navegación.
Dos décadas después de su abandono, Rusia ha enviado cuatro barcos rompehielos seguidos de diez buques de guerra a las islas Novosibirsk. La flotilla, al frente de la cual está el crucero nuclear 'Pedro el Grande', ha recorrido la ruta marítima del norte, que comunica Europa y Asia desde el estrecho de Kara al de Bering.
"Nuestras tropas partieron en 1993 y sigue siendo un lugar muy importante en el océano Ártico, una nueva etapa en el desarrollo de la ruta del norte", ha explicado Putin en un encuentro con autoridades de Defensa. El mandatario ha prometido que no sólo se reabrirá la base militar, sino que también se habilitará el aeródromo.
Rusia quiere aprovechar los recursos energéticos que se ocultan en la zona del Ártico y, para ello, también ha planeado la recuperación de una ruta que ahora es más navegable gracias al deshielo. Sin embargo, entre la industria y los marineros sigue habiendo voces que ven estas aguas conflictivas para la navegación por la falta de infraestructuras, los bloques de hielo, las tormentas, los estrechos o la poca profundidad en ciertas zonas.