RDCongo.- Una de las familias adoptantes denuncia el "abandono" de las autoridades españolas mientras duró el conflicto

Dice que intenta "recobrar la paz" tras regresar a su domicilio "extenuados física y mentalmente"

Europa Press Internacional
Actualizado: martes, 29 agosto 2006 18:28

BILBAO, 29 Ago. (EUROPA PRESS) -

El matrimonio compuesto por Carlos Gómez y Miren Martínez, una de las familias adoptantes en el Congo, denunció hoy el "abandono" en el que, a su juicio, han estado sumidos en los últimos días por parte de las autoridades españolas. Tras permanecer en el país africano durante semanas sin poder regresar a España debido a la situación conflictiva desatada, declararon a Europa Press que ahora intentan "recobrar las paz", tras regresar a su domicilio "extenuados física y mentalmente".

El matrimonio llegó a Berango el pasado viernes con Mikel, su nuevo hijo de seis meses, adoptado en el Congo. La adaptación está siendo "todo lo tranquila que puede ser", si se tiene en cuenta que el número de hijos asciende ya a tres, Alex, de casi seis años, y Ane con tan sólo dos años y medio, ambos biológicos.

El padre explicó que, en su caso, no han tenido problemas burocráticos con las autoridades porque cumplimentaron todos los trámites "por libre", y sin la mediación de ninguna agencia. "El problema fue al intentar la vuelta", señaló, cuando les "pilló" un "problema político y bélico que se desató esos días".

Carlos y Miren contactaron directamente con el orfanato de Kinshassa que dirigen las hermanas de la Madre Teresa de Calcuta, con el objeto de adoptar un niño. Ellos mismo se encargaron de tramitar todos los documentos que exigen tanto el Ministerio de Asuntos Sociales, el de Asuntos Exteriores como la Diputación Foral de Bizkaia.

Cuando, con la documentación en regla, se disponían a regresar a su domicilio, se quedaron atrapados en "una ciudad cerrada por un conflicto bélico en el que tuvimos que ser recogidos, atendidos y mantenidos por las hermanas que nos habían ayudado".

ABANDONADOS POR LAS AUTORIDADES

Carlos lamentó que "en ningún momento hubo ningún tipo de apoyo por parte de la embajada ni del Ministerio de Asuntos Exteriores. A fecha de hoy ni siquiera nos han llamado para preguntarnos si hemos llegado bien". Su esposa afirmó que vivieron situaciones de "miedo a la incertidumbre de no saber ni cómo ni cuándo se puede salir del país".

Según su relato, cuando se dirigían al aeropuerto con la intención de regresar a España junto a su hijo, observaron que las vías se encontraban vacías en una ciudad caracterizada por el "caos circulatorio". Los militares les informaron de que el aeropuerto se encontraba cerrado y, de regreso al orfanato, se percataron de que "algo estaba pasando". "Nos dimos cuenta de que nos habíamos jugado la vida", señaló.

Tras varios días acogidos por las religiosas del orfanato, y a la espera del fin de los disturbios, la pareja pudo por fin coger un vuelo rumbo a Bruselas. "En el aeropuerto la salida fue horrorosa, un caos", dijo, para afirmar que cuando llegaron a la capital europea respiraron "aliviados".

UN NUEVO HIJO EN CASA

Según Carlos, tanto él como su mujer, han vivido la adopción de Mikel "como un embarazo más". "La sensación cuando recibimos la foto de Mikel a través de e-mail fue casi como cuando tienes un hijo (biológico) y te lo entregan", aseguró.

Miren aseguró que los otros dos hijos han acogido al bebé "muy bien", incluso "mejor que si fuera un bebé recién nacido". "El ya interacciona, cuando (sus hermanos) le hacen cosas se ríe, está muy pendiente de ellos y les coge los juguetes".

Carlos y Miren no dudan cuando se les pregunta si animarían a otras familias a adoptar en el Congo. "Es una satifacción", señalan, y garantizan que esta fórmula "por libre", tal como lo han hecho ellos, es "eficaz y segura".

En su caso, los trámites han durado nueve meses y se han ahorrado entre 8.000 y 9.000 euros. "Los trámites que hay que hacer no son nada complicados", aseguró Miren.

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