RDCongo.- La FAO advierte de que el sector agrícola congoleño necesita más de 50 millones de dólares en ayudas

Actualizado: miércoles, 5 abril 2006 17:27

ROMA, 5 Abr. (EUROPA PRESS) -

La Organización para la Alimentación y la Agricultura (FAO) de la ONU ha solicitado a los donantes internacionales más 50 millones de dólares (40,7 millones de euros) para su programa de emergencia en el sector agrícola en la República Democrática del Congo (RDC), ya que dos tercios de la población de este país viven de la agricultura.

En un comunicado, la FAO recordó que cerca del 80 por ciento de la población congoleña es víctima de la pobreza extrema y más del 70 por ciento está desnutrida, por lo que la agricultura "tendrá un papel principal en el futuro crecimiento económico del país y en sus esfuerzos para la reducción de la pobreza".

Por ello, la organización ha solicitado a los donantes 50 millones de dólares para su programa de emergencia en el sector agrícola, dentro del Plan de Acción para la RDC lanzado recientemente por Naciones Unidas.

Los años de conflicto civil, recuerda el comunicado, han dejado más de cuatro millones de muertos en el país africano, con cerca de 1.200 personas que continúan muriendo a diario a causa de la violencia, las enfermedades y la desnutrición. Más de 1,7 millones de personas permanecen desplazadas, y otros 1,7 millones han regresado recientemente a sus comunidades y tratan de restablecer sus hogares y sus medios de subsistencia.

La agricultura ha sufrido enormemente a causa de la guerra, según la responsable de la Dirección de Operaciones de Emergencia y Rehabilitación de la FAO, Anne M. Bauer. "La inestabilidad en las áreas rurales ha llevado la seguridad alimentaria al borde del colapso", declaró.

"El acceso a los campos sigue siendo inseguro, en especial para las mujeres. Las carreteras rurales son casi inexistentes, lo que impide la comercialización y la distribución de los productos locales, y la escasa calidad de las semillas y la falta de aperos básicos dificultan las labores agrícolas", añadió Bauer.

Sin embargo, la FAO advierte "un rayo de esperanza" en el momento en el que país se prepara para las primeras elecciones en 45 años. "Después de años de guerra, mala administración y pobreza crónica generalizada, estas elecciones son una oportunidad sin precedentes para los congoleños de establecer una autoridad legítima, comprometida con la reducción de la pobreza y la seguridad alimentaria", dijo Bauer.

"El apoyo de la comunidad humanitaria es crucial, y la FAO, contando con la generosidad de los donantes, jugará un papel importante en ayudar al país a progresar, restableciendo los medios de vida de la población local proveyendo a las necesidades nutricionales de los grupos vulnerables", manifestó.

EL PLAN DE ACCIÓN

El Plan de Acción de este año deriva de una completa evaluación de necesidades llevada a cabo en la RDC, según la FAO, cuyas actividades pretenden hacer frente a la desnutrición, ayudar a las familias afectadas por el VIH/sida, apoyar la reintegración de personas retornadas y excombatientes, y promover la coordinación de operaciones de emergencia en el sector agrícola.

Estas operaciones de emergencia en la agricultura incluyen la distribución de semillas y aperos, la multiplicación de semillas y la mejora de la información sobre la seguridad alimentaria. Otras actividades programadas son la rehabilitación de las infraestructuras, como las carreteras rurales, el fortalecimiento de la capacidad de respuesta rápida a través de la creación de reservas estratégicas de insumos agrícolas, y la promoción de la comercialización de los productos agrícolas.

En 2005, los proyectos de emergencia de la FAO beneficiaron a 450.000 familias congoleñas vulnerables a través de la distribución de insumos agrícolas, la promoción de la cría de pequeños animales domésticos y la acuicultura, y la rehabilitación de carreteras secundarias.

Como parte de sus iniciativas de desarrollo a largo plazo, la FAO trabaja en la erradicación del mosaico de la mandioca, una enfermedad que ha contribuido al descenso de un 20 por ciento en la producción de este cultivo en el país durante la última década. La organización también proporciona asistencia para la creación de una nueva legislación forestal y trabaja para rehabilitar los centros de investigación agrícola y fortalecer la capacidad normativa del Ministerio de Agricultura.