RDCongo.- Llega a la Haya un líder rebelde de Ituri, que podría protagonizar el primer juicio de la historia del TPI

LA HAYA 17 Mar. (EUROPA PRESS) -

El jefe de una de las principales milicias activas en la provincia de Ituri (noreste de la República Democrática del Congo, RDC), Thomas Lubanga, partió esta mañana desde Kinshasa con dirección a La Haya para responder ante el Tribunal Penal Internacional (TPI) por los crímenes de guerra presuntamente cometidos por sus hombres entre finales de 2002 y principios de 2003, según informó la agencia misionera de noticias MISNA.

De confirmarse, el de Lubanga podría ser el primer proceso de la historia del TPI, el Tribunal instituido por la ONU para juzgar los casos de genocidio y de crímenes de guerra y contra la Humanidad y que hasta la fecha no ha celebrado ningún juicio.

Lubanga, detenido hace justo un año a requerimiento del TPI, fue trasladado al aeropuerto de Kinshasa en medio de un ingente cordón policial y entregado a una delegación de la Fiscalía del Tribunal. Según fuentes de MISNA en Kinshasa, hasta ayer no se notificó a Lubanga que el TPI había abierto un proceso en su contra. El jefe paramilitar salió anoche de la cárcel en la que estaba recluido, según informó a MISN la organización congoleña de Derechos Humanos 'Voces de los sin Voz'.

Jefe de la Unión de Patriotas Congoleños (UPC), uno de los grupos armados más activos de Ituri, Lubanga fue detenido en Kinshasa el 20 de marzo de 2005, poco después del asesinato de nueve 'cascos azules' bangladeshíes en Ituri. La UPC ha negado en todo momento su implicación en los hechos y a lo largo de este año Lubanga fue considerado "un prisionero de la MONUC (en alusión a la Misión de la ONU en la RDC) y de la comunidad internacional".

Ituri, una provincia rica en recursos materiales, sobre todo oro y posiblemente petróleo, sufre desde hace años las actuaciones de bandas armadas rebeldes (con apoyo interno o externo) que controlan el territorio. Según la ONU, durante la guerra de 1998-2003 los enfrentamientos entre grupos armados en esta provincia causaron 50.000 muertos y medio millón de desplazados.