JALAZOUN (CISJORDANIA), 9 Ene. (Reuters/EP) -
Varios residentes de los campamentos de refugiados palestinos de Cisjordania han quemado neumáticos y bloqueado carreteras este jueves para protestar por la huelga que realizan los trabajadores de Naciones Unidas de la zona, que comenzó hace 35 días para reclamar un aumento de sus salarios.
Decenas de jóvenes han bloqueado la carretera principal a las afueras del campamento de refugiados de Jalazoun, situado al norte de Ramala, además de las carreteras que unen otros campamentos de la ciudad, para protestar ante la falta de servicios básicos que proporciona la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados Palestinos en Oriente Próximo (UNRWA).
"La basura amontonada es tan grande que por las noches no podemos dormir por el olor", ha afirmado Mahdi Ahmed, un residente del campamento de 20 años en declaraciones a Reuters. "La huelga de UNRWA dura ya 35 días, y no hay clínicas, trabajos ni educación. ¿Qué esperanza hay para esta generación? Nos están estrangulando poco a poco", ha criticado.
La huelga fue convocada hace un mes para demandar un aumento de los salarios de los más de 5.000 palestinos empleados por la UNRWA que trabajan en sus 19 campamentos, para ofrecer servicios básicos a los 730.000 residentes de Cisjordania. El sindicato palestino también critica el pago extra de 140 dólares (unos 103 euros) que reciben los trabajadores de la vecina Jordania.
Fuentes diplomáticas han explicado que este pago complementario, sugerido en parte por Estados Unidos, tiene como objetivo estabilizar a los trabajadores del país, que ha acogido a más de 600.000 nuevos refugiados procedentes de Siria, además de los más de dos millones de palestinos que ya acogía.
FALTA DE FONDOS
Por su parte, la agencia de Naciones Unidas ha afirmado que está negociando para poner fin a la huelga, aunque ha indicado que no dispone de fondos suficientes para satisfacer las demandas de los trabajadores. También ha afirmado que sus empleados ganan de un 20 a un 80 por ciento más que los trabajadores del sector público que realizan trabajos similares.
"La opinión pública palestina está cada vez más horrorizada", ha afirmado el portavoz de la UNRWA, Chris Gunnes. "La huelga ha privado a más de 51.000 niños de educación, ha cerrado 42 instalaciones sanitarias y ha negado a 5.800 de los refugiados más necesitados de servicios de urgencia y ha retenido asistencia financiera a unas 5.100 familias", ha indicado.
Por otro lado, el portavoz del sindicato de la UNRWA, Shaker al Rishq, ha criticado que muy pocos empleados por la agencia de la ONU han sido pagados por encima de los sueldos del Gobierno palestino, además de asegurar que el personal de la agencia que trabaja en países vecinos recibe salarios mucho mayores.
"La gente está furiosa con la agencia, no con nuestra huelga. Adoptaremos medidas que intensificarán nuestra acción", ha asegurado Al Rishq. "Unos 27 de los empleados están en huelga de hambre desde hace 17 días, y algunos de ellos están en el hospital", ha afirmado.
