LONDRES, 20 Abr. (Thomson Reuters Foundation/EP) -
La Cámara de los Comunes ha aprobado este miércoles por unanimidad una declaración en la que califica de genocida la violencia del Estado Islámico contra las minorías étnicas y religiosas en Irak y Siria y urge al Gobierno británico a llevar a los responsables ante la Justicia.
El Ejecutivo de David Cameron se ha negado a catalogar de genocidio los crímenes cometidos por la organización terrorista, esgrimiendo que es la Justicia quien debe hacerlo. La diputada Fiona Burce ha impulsado esta votación esgrimiendo que el Tribunal Penal Internacional (TPI) no se pronunciará al respecto hasta que no se lo pidan.
La declaración también urge al Gobierno a solicitar al Consejo de Seguridad de Naciones Unidas que remita inmediatamente los crímenes perpetrados por el Estado Islámico al TPI "para que los responsables puedan ser llevados ante la Justicia".
El reconocimiento de la existencia de un genocidio implica para el Estado que lo hace la obligación internacional de prevenirlo y sancionarlo, se trata de "un paso crucial". "Por eso es tan importante apoyar esta declaración", ha explicado Bruce.
Las ONG han aplaudido la determinación de la Cámara de los Comunes. "Es enormemente significativo porque hasta ahora Reino Unido ha rehusado usar el término genocidio y empezaba a quedarse en una posición bastante solitaria", ha valorado Robert Clarke, de ADF International.
El Estado Islámico ha declarado abiertamente su intención de eliminar a los fieles de confesiones distintas al sunismo. Los yazidíes, una minoría religiosa con posos del islam, el cristianismo y el zoroatrismo, han sido sus principales víctimas.
