MILÁN, 10 Jun. (Reuters/EP) -
El primer ministro italiano, Matteo Renzi, ha dado la bienvenida al presidente ruso, Vladimir Putin, este miércoles pero sin signos de romper filas con sus socios internacionales respecto a las sanciones impuestas por la Unión Europea contra Moscú.
Dos semanas antes de que la UE decida si amplía las sanciones económicas sobre la anexión de la península ucraniana de Crimea por Rusia en 2014, Renzi ha alabado la "tradicional amistad italo-rusa" pero ha hablado de "posiciones divergentes" en algunas cuestiones.
"Estamos en una situación internacional diferente, no solo respecto a cuestiones que no nos unen sino también en cuestiones que deberían vernos más del mismo bando en cada escenario internacional complicado, empezando por la lucha contra la amenaza global del terrorismo", ha afirmado durante una ceremonia en la Expo de Milán.
Rusia goza de mejores relaciones con Italia que la mayoría del resto de países de la UE y considera que Roma respalda a regañadientes las sanciones y es partidaria del diálogo con Moscú.
Renzi, que se reune este miércoles con Putin, no ha hecho ninguna referencia explícita a la crisis de Ucrania, pero sí se ha referido la necesidad de enfrentarse "a los retos, tanto en los que mantenemos posiciones divergentes así como en los que nos unen".
Sin embargo, en un tono más conciliador, ha dicho que está deseando acudir al Mundial de Fútbol de 2018 en Rusia con la selección italiana, descartando implícitamente la implicación de Italia en ningún paso para boicotear el acontecimiento en relación con los escándalos de corrupción que han sacudido a la FIFA.
"Mis socios italianos siempre han puesto los intereses de Italia, del pueblo italiano, lo primero y creído que para servir a los intereses de su país, incluidos los económicos y políticos, deben mantener relaciones amistosas con Rusia", ha declarado Putin al diario italiano 'Corriere della Sera'.
