BANGUI, 20 Nov. (EUROPA PRESS) -
El Ejército de la República Centroafricana ha pedido a las agencias de ayuda que suspendan sus actividades en la ciudad de Paoua (noroeste) hasta que las operaciones militares que se están llevando a cabo contra grupos armados en la zona terminen, informaron fuentes de las Fuerzas Armadas y las ONG.
"Hemos pedido que pongan fin a sus operaciones en y alrededor de la ciudad de Paoua por motivos de seguridad", informó el director de la ONG italiana COOPI, Mario Baldin. La orden ha afectado también a ONG como Médicos Sin Fronteras o al Comité Internacional de la Cruz Roja que operan en la zona.
El resultado de esta medida será que la localidad y sus alrededores se quedarán sin servicios médicos, dado que las instalaciones sanitarias y hospitales han quedado destruidos por los enfrentamientos entre Ejército y rebeldes que llevan en marcha desde el pasado mes de enero.
Por el momento se desconoce cuanto tiempo durará la suspensión de las actividades humanitarias. MSF ya ha informado de que los niños en Paoua serán los más afectados, ya que muchos de ellos padecen malnutrición y el 95 por ciento de los ingresado en el hospital de la localidad padece de malaria, según informa la agencia de noticias de la ONU, Irin.
Pese a que se ha pedido a las organizaciones que suspendan sus operaciones no tienen pro qué abandonar la región. Consecuentemente, señaló Baldin, COOPI podría seguir el ejemplo de Cruz Roja que ha permanecido en la ciudad. MSF en cambio decidió "mantener silencio" sobre su presencia y las actividades que tiene planeadas.
Durante las dos últimas semanas, informó Baldin, los residentes de Paoua han huido temiendo verse en medio de los enfrentamientos. Actualmente se desconoce cuánta gente permanece en la ciudad, Antes de que comenzaran los enfrentamientos el pasado 29 de enero la población oscilaba entre los 30 y 40.000 habitantes.
La decisión del Ejército de suspender estas actividades humanitarias es la consecuencia de la quejas de las fuerzas Armadas que alegan que desde enero las ONG han ayudado a los rebeldes atendiéndolo médicamente y ofreciéndoles comida. Baldin negó rotundamente esta acusación y dijo que "no sabemos quienes son los rebeldes".
"Proveemos asistencia a los locales que la necesitan y no podemos diferenciar entre civiles y bandidos o rebeldes", alegó. Los grupos armados en la zona no están uniformados, lo que hace imposible distinguirlos de los civiles.
