Ruanda.-El Tribunal para Ruanda condena a 15 años de cárcel por genocidio al sacerdote católico ruandés Athanase Seromba

ROMA 13 Dic. (EUROPA PRESS) -

El Tribunal Penal Internacional para Ruanda (TPIR) condenó hoy a 15 años de cárcel al sacerdote católico ruandés Athanase Seromba por los cargos de genocidio y crímenes contra la Humanidad, según informaron fuentes del Tribunal a la agencia misionera de noticias MISNA.

Las citadas fuentes indicaron desde Arusha (Tanzania), sede del tribunal, que Seromba ha sido "declarado culpable de genocidio y exterminio" en el marco del proceso en primera instancia que comenzó en 2004. La Fiscalía del TPIR había pedido la cadena perpetua.

El padre Seromba, que siempre se había proclamado inocente, estaba acusado de la muerte de alrededor de 2.000 feligreses tutsis que se habían refugiado en su iglesia de Nyange, en el oeste de Ruanda, durante el genocidio de 1994. Según la acusación, el religioso ruandés ordenó que una excavadora destruyera la iglesia con los refugiados en su interior.

El pasado 28 de marzo, un testigo de los hechos --un chófer-- negó que el padre Seromba ordenara el hundimiento del templo y el abogado defensor, Patrice Monthé, afirmó que los sacerdotes no estaban en condiciones de impedir la masacre en el interior de la iglesia.

Durante los tres meses que duró el genocidio --entre abril y junio de 1994--, en los que murieron entre 500.000 y 800.000 personas (937.000 según las autoridades de Kigali), numerosas personas se refugiaron en las iglesias, en las que se produjeron varias matanzas.

En febrero de 2002, el padre Seromba abandonó la arzobispado de Florencia, en el que había sido acogido en 1997, y se entregó voluntariamente a los magistrados nombrados por la ONU para investigar el genocidio.

Desde su constitución el 8 de noviembre de 1994, el TPIR ya ha emitido 27 sentencias, de las cuales sólo cinco han sido absolutorias.

En las prisiones de Arusha hay otros dos sacerdotes católicos, el padre Emmanuel Rukundo, un cura castrense cuyo proceso está en curso desde noviembre, y el padre Hormisdas Nsengimana, ex director de la prestigiosa escuela Cristo Rey de Nyanza, en el sur del país.