BUCAREST 13 Nov. (EP/AP) -
El primer ministro rumano, Calin Popescu Tariceanu, consideró hoy que se deberían ofrecer beneficios fiscales a los ciudadanos rumanos que trabajan en el extranjero para que regresen a su país, en lugar de abrir el mercado laboral a trabajadores provenientes de Asia y otros lugares. Se estima que unos dos millones de rumanos trabajan en el extranjero.
"Creo que en este momento estamos teniendo una crisis de mano de obra y deberíamos hacer un esfuerzo común para tratar de que los rumanos que están trabajando en el extranjero vuelvan a casa", declaró Tariceanu, durante un discurso en el congreso de Sindicatos Nacionales de Comercio.
"Debemos ofrecerles todas las condiciones para hacerles volver, contratarles legalmente, de modo que puedan tener beneficios sanitarios y de jubilación, como es normal en un país europeo moderno", añadió.
En este sentido también se pronunció ayer el ministerio de Economía, Varujan Vosganian, quien advirtió de que Rumanía necesita unos 500.000 trabajadores, especialmente en la construcción, la industria pesada y la fabricación de automóviles.