NEWBRIDGE (INGLATERRA), 24 (EP/AP)
El nivel de las aguas ha comenzado a bajar en Inglaterra, que en los últimos días sufre las peores inundaciones en 60 años, pero todavía hay unas 350.000 personas sin agua corriente debido a que las estaciones de bombeo se vieron superadas por las lluvias torrenciales caídas principalmente durante el fin de semana.
Todavía quedan amplias extensiones de terreno cubiertas por las aguas mientras los servicios de emergencia se afanan por bombear el agua de las zonas afectadas y los habitantes se esfuerzan por evitar que las aguas lleguen a sus casas, con la colocación de sacos de arena.
La zona más afectada es el condado de Gloucestershire, a unos 200 kilómetros al oeste de Londres, donde se estima que hay unas 350.000 personas continúan sin agua corriente. Las autoridades han enviado 900 camiones cisterna a la región con raciones de emergencia de agua, tras estimar que podría tardarse hasta una semana en restaurar el servicio.
El jefe ejecutivo del Consejo del Condado de Gloucestershire, Peter Bungard, señaló que los niveles del agua en la localidad de Tewkesbury deberían bajar hasta 90 centímetros antes de que se pueda reanudar el suministro de agua corriente. "La mejor predicción apunta a siete días", señaló Bungard a la emisora de la BBC. "Estoy realmente preocupado porque hay 350.000 personas, aunque cueste imaginarlo, y entre ellas mucha gente vulnerable", añadió.
La Agencia de Medio Ambiente indicó que el río Severn se ha quedado a pocos centímetros de alcanzar el nivel que hubiera amenazado el centro de la ciudad y la estación eléctrica que suministra a 500.000 hogares. Por su parte, el Támesis alcanzó su nivel más alto durante la noche en Oxford, pero en Reading la crecida no se espera hasta el jueves, según la agencia.
En las afueras de Oxford, 95 kilómetros al noroeste de Londres, unos 50 ancianos tuvieron que ser evacuados a un estadio desde un asilo situado en la orilla del río Ock.
"Los niveles del río han llegado a su punto máximo y el nivel está bajando ahora, pero debido al alto volumen de agua esto está pasando muy lentamente", señaló el portavoz de la Policía de Gloucestershire, Katy Roberts.
Los daños causados por las lluvias torrenciales en junio y julio podrían costar a las compañías aseguradoras más de 3.000 millones de libras (4.400 millones de euros), según señaló hoy la agencia Fitch Ratings.