LONDRES 20 Ene. (EUROPA PRESS) -
Una ballena de siete toneladas atravesó hoy las aguas del Támesis en el centro de la capital británica, congregando a centenares de curiosos que observaron el inusual paso del mamífero en los alrededores del Parlamento y Big Ben.
La ballena que mide unos seis metros tenía que ser protegida por las guardias costeras londinenses que velaron para que el mamífero no chocara con las orillas o barcos que atravesaban el río. Equipados con herramientas especiales intentaron redirigir al mamífero, aunque no lograron evitar que chocara con un barco vacío.
Los veterinarios y expertos congregados en los alrededores del Támesis afirmaron que la ballena no parece tener una herida grande tras el choque, pero expresaron su preocupación que el animal pueda debilitarse.
Uno de los responsables del equipo de buceadores que va a dirigir el rescate de la ballena Tony Woodley afirmó en declaraciones a la BBC que la prioridad de la operación va a ser la protección del animal. Añadió que si falla el intento de redirigir a la ballena para que no avance más por las aguas del Támesis, podría ser necesario volcar al mamífero para evitar su posterior sufrimiento.
El alarma de la presencia de la ballena en el río londinense se dio a primera hora de la mañana cuando un hombre que viajaba en tren observó al enorme mamífero. Es la primera vez que una ballena aparece en las aguas del río británico.
Alison Shaw del Programa de Conservación Marítima del Zoo de Londres dijo que la presencia de este tipo de ballenas de nariz de botella, o también conocida como 'calderón' es muy poco frecuente en las aguas británicas. "Normalmente se encuentran en las profundas aguas del Océano Atlántico", afirmó.