LONDRES 8 Sep. (de la corresponsal de EUROPA PRESS Marta Altuna) -
Un informe publicado hoy refleja que los ciudadanos británicos no están protegidos de forma correcta de los criminales que salen de la cárcel y asegura que el riesgo de que estas personas cometan nuevos delitos se sitúa en el 40 por ciento de los casos.
El informe, escrito por los responsables de prisiones Anne Owers, Andrew Bridges y el responsable de la Policía, Ronnie Flanagan, fue encargado después de que se acusara al departamento que ofrece las libertades provisionales de no controlar a los criminales, que a veces llegan de nuevo a delinquir e incluso cometer asesinato una vez que son puestos en libertad.
Entre estos se encuentran Anthony Rice, un hombre que mató a Naomi Bryant, nueve meses después de haber sido puesto en libertad tras haber cumplido una condena de 16 años en la cárcel. Otro de los casos es el del asesinato del financiero John Monckton, un banquero que fue apuñalado en su casa del barrio londinense de Chelsea por Damien Hanson, un hombre que estaba en teoría en libertad vigilada.
El informe señala que a menudo no se dice a la Policía cuándo salen estos criminales de la cárcel. "Encontramos pocas pruebas de que haya un trabajo activo y coordinado entre las prisiones, los organismos que ofrecen la libertad condicional y la Policía", destaca el documento.
"Aunque nunca será posible eliminar el riesgo, cuando una persona sale de la cárcel se espera que actúe de forma consecuente", añade el informe. "Si estas personas se las pone de nuevo en la calle, deberían ser controladas", se quejó Verna Bryant, madre de la asesinada Naomi Bryant.