LONDRES, 8 Sep. (EUROPA PRESS) -
El que fuera ministro del Interior británico Charles Clarke lanzó hoy unas duras acusaciones contra el ministro de Economía, Gordon Brown, por su actitud durante la polémica sobre la fecha de la retirada de Tony Blair como primer ministro, un actitud que calificó de "absolutamente estúpida".
Clarke afirmó que los ciudadanos han visto con malos ojos las imágenes de Brown saliendo el pasado miércoles de Downing Street con una amplia sonrisa en un momento en el que Blair estaba pasando por dificultades. Además, aseguró que fácilmente hubiera podido acabar con todas estas conspiraciones.
Charles Clarke aseguró que Brown ha apoyado un plan para forzar a Tony Blair a que abandonara su puesto como primer ministro. En este sentido, sugirió que podría estar detrás de la decisión de que 17 parlamentarios laboristas escribieran una carta a Blair pidiéndole que diera una fecha sobre su retirada.
Asimismo, ocho miembros de su Gobierno presentaron la dimisión. "Lo que tendría que haber hecho es distanciarse de ellos. Lo hubiera podido hacer en un abrir y cerrar de ojos. Esto ha sido una completa locura", declaró.
"Mucha gente está muy enfadada sobre su actitud. Fue absolutametne estúpido, estúpido y estúpido hacerlo", indicó el ex ministro. Clarke dijo que Brown "debería probar que está preparado" para ser primer ministro. "Parte del problema es que no tiene confianza. Está nervioso", dijo Clarke.
Gordon Brown quiso ayer salir al paso de las especulaciones sobre la retirada de Blair asegurando que apoya al primer ministro. Brown, indicó que "es él (Blair) quien tiene que tomar la decisión". "Yo le voy a apoyar en las decisiones que tome, pero aquí se trata de hacer lo que más beneficie al partido y al país", declaró, aunque matizó que todavía quedan preguntas por responder.
El responsable de Economía dijo que "desde hace tiempo", comparte con Blair "el objetivo común para hacer lo mejor para la gente del país", saliendo al paso de las acusaciones que aseguran que podría estar detrás de la situación creada para presionar a Blair a indicar una fecha para su partida.
Tony Blair se negó ayer a poner fecha a su retirada como primer ministro, aunque confirmó que en menos de un año abandonará su puesto. "La conferencia anual de mi partido que se celebrará en otoño será mi última conferencia anual", indicó.
"No voy a decir una fecha precisa ahora, no creo que esté bien, lo haré en una fecha futura, dependiendo de las circunstancias", declaró el primer ministro. Blair quiso pedir también perdón, "en nombre del partido laborista", porque la atención informativa en la última semana se ha centrado en esta polémica y no en los asuntos que realmente interesan a los ciudadanos.
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