R.Unido.- El ex jefe de comunicaciones de Blair afirma que éste quería dimitir en los meses previos a la guerra en Irak

Actualizado: domingo, 8 julio 2007 19:30

LONDRES, 8 Jul. (EP/AP) -

El director de comunicaciones hasta 2003 de Tony Blair, Alistair Campbell, afirmó en una entrevista a la cadena BBC que el ahora ex primer ministro británico tenía pensado presentar su dimisión en los meses previos a la invasión de Irak, en marzo de hace ya cuatro años.

En la entrevista, realizada antes de la publicación de las memorias personales de Campbell durante sus años de servicio al ex primer ministro, el antiguo máximo responsable de relaciones públicas de Downing Street afirmó que la entrada en la guerra en Irak fue "la decisión más difícil en la vida" de Blair.

En el libro, que se pone a la venta mañana bajo el título "Los años de Blair", Campbell explica la relación que mantuvo Blair con el presidente estadounidense, George W. Bush, y cómo éste solía bromear sobre su reputación como "loco unilateralista", mientras la tensión internacional aumentaba en torno a la invasión del país árabe.

"Estuve al lado de Tony cuando tomó la que era, con toda claridad, la decisión más difícil de toda su vida y de su carrera", relató Campbell al programa de la cadena británica BBC, Sunday AM.

En julio de 2002, el compromiso de Blair con la política estadounidense sobre Irak parecía claro, a pesar de la creciente preocupación del público --y de la oficialía británica-- sobre la posibilidad de que Estados Unidos estuviera planeando una invasión sin pruebas que la apoyaran y de forma, en general, apresurada.

En ese momento, Blair decidió abandonar el cargo antes de las siguientes elecciones, que tendrían lugar en 2005, en parte por su bajo índice de popularidad, y en parte porque "Blair afirmó que, ciertamente, nunca quiso ostentar el cargo durante más de dos mandatos", según Campbell.

Además, el ex asesor mediático de Blair afirmó a la edición dominical del diario británico 'The Times' que, manteniendo una postura distanciada respecto de la guerra de Irak, el antiguo primer ministro corría el peligro de convertirse en un "pato de feria" en un momento crucial. Así, el plan para abandonar el poder fue progresivamente olvidado conforme aumentaba la presión que rodeaba al conflicto.