LONDRES, 10 Mar. (de la corresponsal de EUROPA PRESS Marta Altuna) -
El forense Michael Burgess apoyó hoy a las familias de cuatro soldados fallecidos en unas comandancias del Ejército británico, que pidieron que se abriera una investigación independiente para determinar las causas de sus muertes.
Los soldados Sean Benton, Cheryl James, Geoff Gray y James Collison murieron en las dependencias del Ejército de Deepcut entre los años 1995 y 2002.
Las investigaciones que se realizaron anteriormente concluyeron que el soldado Benton se suicidó, mientras que no se establecieron conclusiones claras para los demás. Mientras, James Collison falleció de un disparo en la cabeza.
"Mi visión personal es que el Ministerio de Defensa debe tomar los pasos que sean necesarios para restaurar la confianza del público en el reclutamiento y entrenamiento de nuestros soldados, sea en Deepcut o en cualquier otro lugar", explicó el forense Burgess. "Personalmente creo que no hay nada que temer para que haya una investigación pública para que los interrogantes puedan ser explorados con mayor profundidad", agregó.
Las familias de algunos de estos cuatro soldados han hablado abiertamente sobre la posibilidad de que fueran asesinados o que la actuación de sus compañeros, que se burlaban de ellos, les hubiera conducido al suicidio.
