LONDRES 22 Sep. (de la corresponsal de EUROPA PRESS, Marta Altuna) -
Un informe del Ministerio de Interior hecho público hoy asegura que la respuesta de los servicios de emergencia en los atentados del 7 de julio de 2005 en Londres, en los que murieron 52 personas, no fue la correcta. Así, aunque destaca la valentía de los trabajadores, señala que hubo problemas de comunicación y que el servicio médico que se ofreció podía haber sido mejor.
El informe, basado en las experiencias y comentarios de los heridos, destaca la necesidad de que se creen centros de recepción y asistencia para casos de emergencia. El Ministerio de Interior indicó es necesario introducir mejoras en los sistemas de emergencia, en los sistemas de comunicación y en los procesos de compensación para las víctimas.
"En momentos de crisis, la información y el apoyo debe ser rápido y de fácil acceso para aquellos que lo necesitan", indicó el ministro del Interior, John Reid. "Ofrecer la ayuda necesaria es de vital importancia y estamos trabajando duramente para reforzar nuestra respuesta de emergencia", dijo.
Por su parte, la ministra de Cultura, Tessa Jowell, que fue la encargada de velar por los supervivientes y los familiares de los fallecidos dijo haber "tomado nota" y admitio que "hay lecciones muy duras y lecciones prácticas sobre lo que no se hizo bien".
El informe señala que "no existe duda alguna de que se salvaron vidas por los esfuerzos realizados por los servicios de emergencia", pero indica que las lineas telefónicas no podían atender el elevado volumen de llamadas realizadas por las personas que estaban preocupadas por sus seres queridos.
Asimismo, se critica la manera en la que los heridos leves tuvieron que regresar a sus casas por su propio pie sin haber recibido ayuda médica o haber dado sus detalles a las autoridades. Asimismo pide que haya en todo el país centros de recepción para catástrofes, que serían los puntos a donde recurrir en el caso de que ocurran futuros incidentes.
Los supervivientes de la catástrofe explicaron también que han encontrado el proceso para pedir compensaciones "burocrático, lento y estresante".
Asimismo el informe apoya la decisión del Gobierno para que no haya una investigación pública sobre lo sucedido argumentando que ello supondría menos recursos para hacer frente a otras situaciones.