LONDRES, 16 Feb. (de la corresponsal de EUROPA PRESS, Marta Altuna) -
Los liberaldemócratas y los conservadores están uniendo sus fuerzas para continuar su batalla en contra de los planes del Gobierno de convertir en ofensa criminal la "glorificación" del terrorismo después de que ayer la Cámara de los Comunes votara a favor de esta norma. La ley va ahora a la Cámara de los Lores, donde podría ser rechazada.
Lord Thomas of Gresford, portavoz de asuntos legales y de Interior del partido liberaldemócrata, dijo que votó contra la ley. "Enviar mensajes así a la gente no forma parte de la ley criminal sino que hay que crear un marco de trabajo en el que las personas pueden regular su conducta y saber cuál será el castigo si se comportan de una forma irregular", declaró.
"Debería definirse bien. Con el lenguaje actual de la ley, ¿qué quiere decir glorificación y qué impacto del uso de esta palabra puede tener en la legislación?, se preguntó.
Por su parte, el responsable de Justicia del partido conservador, Dominic Grieve, indicó que los Lores "tories" tratarán de mejorar la ley. Si los Lores continúan oponiendose a los planes del Gobierno habrá una batalla de intereses entre las dos cámaras del Parlamento. En este caso, el Gobierno puede aplicar una ley especial para que sea la voz de la Cámara de los Comunes la que domine a pesar de la negativa de los Lores a que se pene la "glorificación" del terrorismo.
La Cámara de los Comunes aprobó ayer por 315 votos a favor y 277 en contra los planes del Gobierno de Tony Blair de penar "la glorificación" del terrorismo. Además de la oposición, 17 parlamentarios laboristas votaron en contra de esta ley.
UNIDAD
El primer ministro británico, Tony Blair, criticó ayer a la oposición y dijo que éste "es el momento de estar unidos en la lucha contra el terrorismo" y no el momento de presentar fisuras. "Si sacamos de la legislación la palabra glorificación se lanzaría una señal equivocada", dijo Blair.
"Estoy en desacuerdo en la posición de los conservadores y los liberaldemócratas", declaró el primer ministro. "Me parece increíble que después de lo que ha pasado en las ultimas semanas se quiera diluir la ley", se quejó.
El líder laborista considera que la no aprobación de esta ley "debilitaría las posibilidades de detener a las personas que son peligrosas para la sociedad". "Deberíamos mandar una señal unida de que no toleramos a los que glorifican el terrorismo en nuestro país", declaró.
