LONDRES, 5 May. (EUROPA PRESS) -
Uno de los 1.023 prisioneros extranjeros liberados sin deportación en Reino Unido podría ser sospechoso de terrorismo, según la revista 'New Statesman', en una información recogida por la cadena británica Sky News.
Según la publicación, el prisionero, cuyo nombre no ha sido revelado, había cumplido una condena por robo durante la década de los 90. Fuentes gubernamentales no han confirmado si el hombre era o no considerado para ser deportado.
Sin embargo, otras fuentes afirman que el acusado no se encontraba entre el grupo de presos extranjeros liberados desde el pasado año 1999 hasta marzo de este año. Su liberación tuvo lugar unos pocos meses antes de que el Ministerio del Interior británico comenzara a llevar recuentos detallados de los presos.
El portavoz del Gabinete de la oposición, David Davis, afirmó que "si esto es cierto, es lo peor que podría pasar y se añadiría a un error imperdonable a la hora de proteger al público contra una amenaza tremendamente seria para su seguridad".
El pasado martes, el líder conservador británico, David Cameron, pidió la comparecencia ante el Parlamento del ministro del Interior, Charles Clarke, para explicar los últimos detalles sobre el escándalo producido tras la puesta en libertad sin considerar su deportación a 1.023 prisioneros extranjeros, una vez finalizaron su condena.
Asimismo, Cameron pidió al primer ministro Tony Blair que reestructure el gabinete y "diga adiós" a Clarke."Necesitamos que el ministro del Interior tranquilice a los británicos y ello no puede suceder sin que vaya a la Cámara de los Comunes", explicó.
Cameron dijo que es obvio que "Clarke se tiene que marchar" e indicó que sería importante que se creara un nuevo ministerio que se ocupe exclusivamente de la seguridad y terrorismo, mientras que el Ministerio del Interior retendría las competencias sobre inmigración.
Clarke puso en libertad a 1.023 extranjeros y tardó más de tres semanas en comunicar a Tony Blair, que entre ellos había asesinos y violadores. El Ministerio del Interior argumenta que ofreció a Blair toda la información sobre este asunto en el momento en que los funcionarios del ministerio pudieron darle todos los detalles del caso. La pasada semana se aseguró que Clarke había presentado la dimisión a Blair y que esta no fue aceptada.
