LONDRES 19 Jul. (EUROPA PRESS) -
El ministro de Interior británico, John Reid, esta preparando una gran revisión de la gestión de la inmigración, dos meses después de admitir que el departamento no estaba "preparado para nuestros propósitos" y planifica la creación de nuevas celdas en las prisiones, debido al hacinamiento que existe en las cárceles de Inglaterra y Gales, según adelanta hoy la prensa británica.
En materia del control de la inmigración, la gran novedad será el establecimiento de una agencia ejecutiva con bastante autonomía para la Dirección de la Nacionalidad y de la Inmigración. Los cambios provocarán modificaciones en los puestos de trabajo de los funcionarios y algunos podrán perder sus empleos, aunque las variaciones no conllevarán la puesta en marcha de nuevos ministerios para la seguridad del país y la justicia, como muchos críticos reclaman.
Esta reforma puede llevar más tiempo de lo previsto, dado que los ministros admitirán que han subestimado el número de personas que buscaron asilo y no lo encontraron, de cuantos viven en el Reino Unido. El año pasado, la Oficina Nacional de Auditoria estimó que la cifra podría superar los 283.000, pero durante ese tiempo el Ministerio del Interior insistió en que se exageraba. Ahora, una red de archivos en el departamento de Nacionalidad y de Inmigración ha registrado entre 400.000 y 450.000 casos.
Las fuentes de Ministerio de Interior subrayan que, debido al pobre cuidado del registro, los funcionarios son incapaces de calcular la cifra exacta de demandantes de asilo sin éxito. No obstante, certifican que la cifra es mucho más alta que en las estimaciones anteriores.
El secretario del Ministerio del Interior, Liam Byrne, señaló que es difícil saber cuántos ciudadanos hay en Reino Unido que buscan asilo y no lo encuentran, porque el número de los que han abandonando el país no se cuenta desde 1994.
"Tenemos que endurecer los controles en nuestras fronteras y llevar la cuenta de quienes entran y salen. Creo que es una disciplina básica que tenemos que introducir de nuevo", declaró Bryne a la BBC Radio y se mostró confiado con los cambios que perfila el ministro de Interior, que se presentarán esta tarde.
La publicación del descontrol en la cifra de cuántos no consiguen asilo significa que, probablemente, llevará más tiempo resolver el problema. El Gobierno, hasta ahora, rechaza fijar la fecha estimada que necesitará para averiguar los datos reales de las carencias de asilo.
Sin embargo, un informe reciente del Comité Público de Cuentas de la Cámara de los Comunes (PAC) advirtió de que la solución podría llevar entre 10 y 18 años. El presidente del comité, Edward Leigh, apuntó que él estaba "asombrado" por los descubrimientos y criticó el "caos" que vive el Ministerio del Interior.
Además, la liberación de más de 1.000 prisioneros extranjeros sin que se considerara la posibilidad de su deportación, que condujo al despido de Charles Clarke como ministro de Interior el pasado mayo, ha puesto más presión sobre el Gobierno para abordar las transformaciones.
"El punto central de la renovación debe pasar por tener una oficina central más dinámica y fuerte", según una portavoz de Ministerio del Interior. "Reduciremos la sede del Ministerio para delegar más responsabilidades y recursos en operaciones que estén en la primera línea del problema", agregó.
HACINAMIENTO EN LAS CÁRCELES
Reid también anunciará los planes que crearán 8.000 nuevas plazas para prisioneros, después de que las cárceles de Inglaterra y Gales hayan llegado a sus máximos históricos con 78.443 prisioneros, contabilizados ayer. El ministro de Interior reconoció que las prisiones estarán llenas en las próximas semanas.
En una primera fase, se obtendrán unas 1.000 plazas más, que estarán disponibles desde junio de 2007 y la capacidad alcanzaría los 80.400, aunque los Ministros califican esta medida como inadecuada, según recoge 'The Times'.
Las 8.000 nuevas plazas que se crearán en los próximos cinco años aumentarán la capacidad de las cárceles hasta las 88.400 en el año 2011. El plan incluye la construcción de dos nuevas prisiones en el sudeste de Londres y cerca de Leeds. El resto de celdas se construirán como anexos en los módulos penitenciarios existentes.
La financiación para la construcción de las nuevas cárceles viene tras las conversaciones que han mantenido el ministro de Economía y Hacienda, Gordon Brown, y el propio Reid, en la que el titular de Economía ha aceptado, excepcionalmente, adelantarle la cantidad de dinero necesaria para acometer las reformas.
Los programas de construcción de nuevas plazas costarán cientos de millones de libras, gastos que se incluirán en las reformas del sistema de justicia criminal. La otra fuente de ingresos procederá de los ahorros del Ministerio de Interior, que no ha gastado el tres por ciento de su capital presupuestario anual.
Desde julio de 1992, cuando la población de las cárceles en Inglaterra y Gales era de poco más de 40.000 presos, hasta hoy, que rozan los 80.000, supone que en 14 años casi se han duplicado los habitantes de las prisiones británicas.