LONDRES 28 Nov. (de la corresponsal de EUROPA PRESS, Marta Altuna) -
Scotland Yard continúa investigando los últimos movimientos de Alexander Litvinenko, el ex espía ruso que murió envenenado en Londres la semana pasada. De momento la Policía ha realizado exámenes en cinco lugares distintos de la capital británica, visitados por Litvinenko y en los que se han encontrado materiales radiactivos.
Los primeros lugares analizados fueron la vivienda del ex espía, un restaurante japonés donde comenzó a sentirse mal y un bar de un hotel en el centro de Londres. Asimismo, se ha encontrado radiación de polonio 210 en las dos oficinas del exiliado ruso Boris Berezovsky, en el barrio de Mayfair, en el centro de la capital.
La Agencia de Protección de la Salud indicó que más de 450 personas han llamado a una línea gratuita que ha abierto el Gobierno para ofrecer información sobre el peligro de las radiaciones. Tres personas han sido ya enviadas a una clínica especializada como medida de precaución porque tienen síntomas de que pudieran haber sido envenenadas con material radiactivo.
Por su parte, el reportero del diario 'Daily Mirror', Graham Brough, indicó que también va a ser llamado para realizar los análisis ya que realizó una entrevista al profesor Mario Scaramella, uno de los hombres con los que se reunió Litvinenko el 1 de noviembre, día en que presuntamente fue envenenado.
El Polonio 210 no puede contagiarse a través de la piel y debe ser ingerido o inhalado para causar daños. Existe un riesgo teórico de que si alguien ha entrado en contacto con la orina o sudor de Litvinenko, podría haber sido contagiado.
Litvinenko estaba investigando el asesinato de la periodista rusa Anna Politkovskaya cuando fue envenenado. La periodista también era crítica con el Gobierno del presidente ruso, Vladimir Putin. A pesar de las acusaciones contra Putin, relacionándole con el envenenamiento, el Kremlin ha negado cualquier implicación con este asunto.