LONDRES, 5 May. (EUROPA PRESS) -
Las elecciones municipales que se celebraron ayer en numerosos ayuntamientos y consejos locales de Inglaterra han confirmado el mal momento que atraviesa el primer ministro, Tony Blair, y su partido laborista, que ha perdido 251 consejeros locales, lo que ha empujado al jefe de Gobierno a remodelar su gabinete esta misma mañana, sin que por el momento se conozcan los cambios.
Los grandes vencedores, como cabía esperar, han sido los conservadores, que, según los resultados todavía no definitivos, han logrado su mejor resultado desde 1992, mientras que los Liberal Demócratas no han aprovechado el mal momento del partido gobernante para conseguir un buen resultado. Además, el Partido Nacional Británico ha conseguido duplicar sus consejeros, mientras que los Verdes también parecen recuperarse.
Según indica la BBC, si la votación tuviera un carácter nacional, los 'tories' habrían logrado el 40% de los votos, seguidos por los Liberal Demócratas con el 27% y los laboristas con el 26%. La tasa de participación se estima que alcanzó apenas el 36%, tres puntos menos que en las elecciones de 2004.
El líder de los conservadores, David Cameron, admitió que el resultado es "muy agradable" y "va mucho más allá de lo que esperábamos". "Hay mucho más por hacer, y mucho más cambios que realizar, pero creo que este es un paso muy importante hacia delante", declaró a la BBC Radio 4.
En total, según los resultados parciales, los laboristas han cedido el control de 16 consejos locales, incluidos los de Lewisham, Merton y Camden, en Londres, aunque ha ganado el control en otro. Cinco de estos consejos han pasado ahora a control de los conservadores, que también han perdido dos consejos.
Así, de acuerdo con estos resultados, los conservadores han logrado 64 consejos; los laboristas 23; los liberaldemócratas 12; mientras que los 53 que se conocen hasta ahora se han repartido entre el resto de partidos, incluido el BNP.
Estos resultados vienen a confirmar el mal momento que atraviesa el laborismo, salpicado por la mala situación de la seguridad social, la polémica por la puesta en libertad de más de un millar de ex reclusos extranjeros que no fueron repatriados y la admitida relación extraconyugal que mantuvo el viceprimer ministro, John Prescott, con una de sus secretarias.
Todo ello ha llevado a que, según un sondeo realizado por la BBC, más de uno de cada tres británicos quiera que Blair dimita. De las 1.002 personas consultadas por teléfono, el 36% opina que el primer ministro debería abandonar el cargo, mientras que el 14% quiere que dimita antes de que acabe el año.
Por otra parte, el 23% cree que Blair debería permanecer en el cargo hasta el año que viene antes de abandonarlo de cara a las próximas elecciones. Sólo el 22% de los consultados, en su mayoría votantes laboristas, opinan que el primer ministro debería cambiar de idea y luchar por un cuarto mandato.
