Rusia.- Amnistía lamenta la ratificación por parte de Putin de la nueva ley sobre ONG, que puede dar lugar a "abusos"

Europa Press Internacional
Actualizado: miércoles, 18 enero 2006 16:41

LONDRES 18 Ene. (EUROPA PRESS) -

Amnistía Internacional (AI) calificó hoy de "lamentable" que el presidente de la Federación Rusa, Vladimir Putin, haya rubricado la entrada en vigor de la ley que regula la actividad de las organizaciones de la sociedad civil en Rusia, por considerar que los "excesivos" poderes discrecionales y de escrutinio que esta norma otorga a las autoridades pueden dar lugar a "abusos". La ley fue publicada ayer en el diario oficial 'Rossiiskaia gazeta' y entrará en vigor en el plazo de tres meses.

"Amnistía Internacional no se opone a los intentos de garantizar la transparencia y la rendición de cuentas de las organizaciones de la sociedad civil", declaró la directora del Programa Regional para Europa y Asia Central de Amnistía Internacional, Nicola Duckworth.

"Sin embargo, esta ley otorga excesivos poderes discrecionales y de escrutinio a las autoridades para vigilar a las organizaciones y tomar decisiones relativas a su registro y clausura", manifestó Duckworth. "Este aumento de los poderes de escrutinio podría prestarse a abusos", añadió.

A pesar de que se han introducido enmiendas a la ley en respuesta a las protestas generalizadas dentro y fuera del país, sigue conteniendo disposiciones que suscitan gran preocupación respecto a la libertad de asociación en Rusia, afirma AI.

Muchas de las disposiciones no toman en consideración las críticas formuladas por el experto del Consejo de Europa. En efecto, la ley conserva algunas disposiciones que el experto ha considerado "desproporcionadas", "demasiado restrictivas" y "ambiguas" como para estar en consonancia con las normas internacionales.

Por ejemplo, las autoridades podrán negarse a inscribir en el registro a cualquier organización de la sociedad civil cuyo nombre "ofenda la decencia pública o sentimientos étnicos o religiosos".

Además, tendrán poderes ilimitados para enviar representantes a cualquier acto organizado por organizaciones de la sociedad civil tanto rusas como extranjeras, sin que existan necesariamente razones de peso para suponer que se está quebrantando la legislación rusa. Asimismo tendrán poderes de inspección sin precedentes sobre las fuentes de financiación y sobre los gastos previstos y reales.

"Todas las organizaciones de la sociedad civil sin excepción, que trabajan en áreas tan diversas como el medio ambiente, la educación y los Derechos Humanos, verán obstaculizado su trabajo", advirtió Nicola Duckworth.

"Rusia debería impulsar a su sociedad civil, no ahogarla", añadió la directora del Programa Regional. "No se trata de un asunto político, ni tampoco de una injerencia en los asuntos internos de Rusia, la Federación Rusa debe respetar las obligaciones jurídicas contraídas en virtud de las normas internacionales de Derechos Humanos que ha firmado", concluyó Nicola Duckworth.

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