Rusia/Georgia.- Una mujer georgiana en Moscú mientras esperaba su deportación en un centro de detención

Actualizado: lunes, 4 diciembre 2006 11:34

MOSCÚ, 4 Dic. (EP/AP) -

Una mujer georgiana, Manana Dzhabelia, murió ayer en un centro de detención en Moscú mientras se encontraba bajo custodia esperando su deportación a Georgia, según informó Yevgeny Gildeyev, portavoz de la Policía en Moscú. Este hecho ha provocado a su vez las protestas de grupos de Derechos Humanos, quienes consideran que la muerte se debidoa a la falta de asistencia médica adecuada.

Svetlana Gannushkina, líder del grupo Asistencia Cívica, que vela por la integridad y seguridad de los refugiados en territorio ruso, declaró que Dzhabelia llevaba cerca de dos meses encarcelada y le había sido denegado un tratamiento adecuado para su diabetes. Este caso supone al menos la segunda muerte de un ciudadano de origen georgiano con orden de ser expulsado de Rusia desde que el Gobierno del presidente, Vladimir Putin, ordenara la deportación de cientos de ellos por ser considerados inmigrantes ilegales. Este conflicto es consecuencia del escándalo diplomático que estalló entre ambos países por la detención en Georgia de un espía ruso hace unos meses. El pequeño país cuenta además con las fuertes sanciones económicas que le ha impuesto Rusia.

Dzhabelia había vivido en Rusia durante más de 10 años, después de que abandonara su país natal al explotar un guerra separatista en la provincia de Abjazia. Fue detenida a principios de octubre y varios días después un tribunal decidió expulsarla del país. Dzhabelia apeló la sentencia y un tribunal de Moscú revocó la deportación. Sin embargo, agentes judiciales prolongaron su retención en el centro de detención, donde murió el domingo. Al menos otro georgiano ha fallecido mientras esperaba su deportación, después de sufrir en su caso un ataque de asma. Alrededor de 1.400 georgianos han sido expulsados, según fuentes oficiales.

Las medidas adoptadas por el Ejecutivo ruso han desencadanado las condenas de numerosos grupos de Derechos Humanos, que consideran la reacción rusa como brutal y xenófoba. También estiman que es frecuente la utilización de técnicas ilegales para castigar la política prooccidental de Georgia. Rusia alega, sin embargo, que las deportaciones no son más que procedimientos estándares dentro de la política internacional.

Los grupos de Derechos Humanos sostienen que en la mayoría de los casos las deportaciones se producen sin celebrarse previamente un jucio justo y que los deportados soportan durante su custodia condiciones inaceptables.