MOSCU 4 Jul. (EP/AP) -
El presidente ruso, Vladimir Putin, defendió hoy la controvertida ley sobre organizaciones no gubernamentales, alegando que el Kremlin la ha modificado en respuesta a las críticas recibidas por parte de algunas ONG.
El líder ruso habló en una conferencia ante decenas de representantes de grupos de Derechos Humanos diez días antes de que se celebre la cumbre con los líderes del G-8. Algunos parlamentarios europeos y estadounidenses y ONG han cuestionado la decisión de permitir a Rusia organizar la cumbre, alegando que el Gobierno de Putin está ahogando a la democracia, a los medios y a la sociedad civil.
La ley establece una nueva agencia que supervisa las actividades de las más de 400.000 ONG rusas, permitiendo a las autoridades prohibir la financiación de los grupos si son juzgados por amenazar la seguridad nacional del país. También exige a las organizaciones extranjeras y locales a informar en detalle sobre cómo se financian y cómo gastan su dinero.
Putin señaló en la conferencia, que el Kremlin ha respondido a las críticas surgidas de las ONG y de algunos Gobiernos extranjeros, mandando a oficiales rusos a Estrasburgo (Francia) para consultas con el Consejo de Europa. "Incluyo todas las sugerencias en las enmiendas presidenciales del proyecto de ley", dijo Putin que no precisó de que manera la ley había sido cambiada.
En un momento de la conferencia, seis personas que llevaban una camiseta donde se leía "di no a las plantas de energía atómica" se levantaron. El grupo medioambiental Ekozashchita o Ecodefence, dijo más tarde que el acto era una protesta contra los planes de Putin de ampliar las plantas nucleares de electricidad en Rusia.
"Dejar a las personas hacer lo que quieran hacer. No les molestemos", señaló Putin, provocando el aplauso de los presentes. "Estamos muy contentos de veros. Dejémosles de pie durante dos horas si quieren", afirmó la jefa gubernamental vinculada a las ONG, ella Panfilova. El grupo estuvo cinco minutos de pie mientras Putin continuaba hablando sin que las fuerzas de seguridad les interrumpieran.
Los críticos ven la ley de las ONG como una campaña del Kremlin para detener a los disidentes, sobre todo antes de las elecciones parlamentarias de 2007 y las presidenciales de 2008.