MADRID, 2 Ene. (EUROPA PRESS) -
El secretario general de la Asociación Española del Gas (Sedigas), Juan Pons, subrayó hoy a Europa Press que la crisis creada en torno al gas entre Rusia y Ucrania "no afecta en nada" a España, ya que nuestro país no importa en la actualidad ningún metro cúbico de gas natural ruso.
"En el aprovisionamiento de gas, a España no le afecta en nada, puesto que nunca ha comprado gas de Rusia ni lo hace en la actualidad", dejó claro en primer lugar. España tiene en estos momentos otros contratos con ocho o nueve fuentes de aprovisionamiento --en especial Argelia y Noruega--, y no depende del suministro de gas procedente de Rusia.
Los principales gasoductos que llegan a territorio español provienen de Noruega, donde hay importantes yacimientos de gas en el Mar del Norte y cuya canalización pasa por Francia, así como de Argelia, a través del gasoducto del Magreb. "Son países serios que cumplirán sus contratos", afirmó Pons.
En cuanto a la posibilidad de que el precio del gas aumente en España a raíz de esta crisis en el Este de Europa, negó que ello se vaya a producir "a corto o medio plazo", debido a que nuestro país se aprovisiona en más del 60 por ciento del gas licuado.
Este último producto requiere una serie de infraestructuras que sólo algunos países productores tienen --en el caso de Rusia, no es así-- y un posterior transporte en buques. El país receptor, caso de España, tiene que tener terminales de regasificación con unos depósitos especiales como los actuales ubicados en Bilbao, Barcelona, Cartagena, Huelva y otros que están en construcción en Sagunto (Valencia) y Mugardos (Lugo).
"Si los países afectados son interiores y continentales como Austria, mal lo tienen si no acceden al mar y, por tanto, al gas licuado. Y si acceden al mar, necesitan tres o cuatro años para proyectar y construir estas infraestructuras", explicó el responsable de Sedigas.
Rusia no tiene instalaciones de licuación de gas y únicamente tiene un proyecto en marcha para el Báltico, de modo que no puede suministrar este producto y depende de países como Ucrania para que el gas natural llegue a Europa. "España está en la 'cola' del continente y el precio del transporte se acrecienta con la distancia. Hay 20.000 kilómetros entre Siberia y aquí, y eso no resulta rentable", concluyó.