Sadam dice al pueblo iraquí que no se sienta culpable por participar en el exterminio de los kurdos

BAGDAD, 11 Sep. (EUROPA PRESS) -

El ex dictador iraquí, Sadam Husein, pidió hoy a los iraquíes que no se sintieran culpables por haber matado a miles de kurdos en la sesión del juicio por presunto genocidio en la campaña de Anfal.

"Mi mensaje al pueblo iraquí es que no deben de sentir culpa por matar a los kurdos", dijo Sadam, poco antes de la finalización de la sesión. "Todos los testigos de la sala han dicho que fueron oprimidos por ser kurdos", gritó el ex dictador. "Intentan generar disputas y división entre el pueblo de Irak, entre árabes y kurdos", agregó.

La acusación mantiene que unas 180.000 personas murieron durante la campaña de Anfal entre 1987 1988 contra el pueblo kurdo. Sadam se dirigió al pueblo iraquí para decir que antes de que Irak sufriera la invasión de 2003 formó "dos brigadas de la Guardia Republicana compuesta únicamente por kurdos. "Esta es la prueba de que el Gobierno iraquí no discriminaba a los kurdos", agregó.

"La otra prueba es que cuando estaba en Kut, tras la victoria contra Irán, dije entre todo el mundo, incluidos los medios, que prohibía a las fuerzas de seguridad detener a ningún kurdo. Les dije que si alguien tenía alguna queja contra un kurdo que debía de venir primero a mí", aseguró. "No ofrecí los mismo, y Dios es mi testigo, a la gente de Basora o a mi familia de Tikrit, sino sólo a los kurdos", apostilló.

Por otra parte, una superviviente kurda, Katreen Elias Mijail, de religión cristiana y ex combatiente, explicó que cuatro aviones iraquíes lanzaron numerosas bombas en la noche del 5 de junio de 1987 contra la población de Qalizewa.

"Sentí el olor de algo sucio y extraño. La gente estaba cayendo al suelo. Vomitaba y habían perdido la visión. No podían ver nada", anotó.

La testigo afirmó que su amigo, Nashme, le informó que "toda la población había sido atacada con armas químicas". Cuando se desvaneció el humo, según Mijail, algunas personas tenían "quemaduras y habían quedado ciegas. "Yo podía ver algo", anunció.

Mijail se presentó para entablar una demanda contra Sadam y su primo Ali Al Majid, que figuran entre siete acusados de haber ordenado la Operación Anfal, una campaña para desalojar a los kurdos de zonas cercanas a la frontera con Irán durante la década de 1980.