MADRID 29 Mar. (EUROPA PRESS) -
La alianza rebelde Séléka, que el pasado fin de semana se hizo con el poder 'de facto' en la República Centroafricana, ha advertido de que "cualquier elemento" de sus propias filas o de las fuerzas de seguridad que cometa abusos contra la población será "automáticamente encarcelado".
"Cualquier elemento de Séléka o de las fuerzas del orden que sea sorprendido en el momento de disparar al aire o de cometer abusos será automáticamente desarmado y encarcelado", ha declarado el portavoz de Séléka, Christophe Gazam-Bétty, a la radio nacional.
Desde que Séléka se hizo con la capital, Bangui, el pasado domingo, se han registrado saqueos y se han escuchado disparos en distintos puntos de la ciudad.
No obstante, en la declaración leída ayer jueves, el portavoz ha asegurado también que los saqueos, los homicidios y los disparos esporádicos que se siguen registrando en el país no son únicamente obra de los milicianos de Séléka, sino que algunos de estos hechos han sido cometidos por "personas mal intencionadas que han tomado las armas".
Con el objetivo de recuperar el control, las nuevas autoridades han desplegado desde la tarde del jueves diversas patrullas militares por las calles de Bangui y han reclamado a todos los hombres armados, ya sean de Séléka o del Ejército, que se dirijan a las bases militares indicadas a tal efecto para registrarse, ha añadido el portavoz, citado este viernes por la agencia estatal de noticias china, Xinhua.
DJOTODIA Y BOZIZÉ
El líder de Séléka, Michel Djotodia, se ha autoproclamado presidente de la República Centroafricana y ha anunciado el inicio de un proceso de transición de tres años durante el cual todas las decisiones gubernamentales se tomarán por decreto. No obstante, el nuevo hombre fuerte del país no ha precisado claramente si optará a seguir en la Presidencia del país al término de ese periodo.
Por su parte, el derrocado presidente François Bozizé se ha instalado provisionalmente en Benín, el mismo país en el que residía antes del golpe de Estado que le llevó al poder en 2003 a costa del entonces presidente Ange-Félix Patassé.
Las primeras horas del expresidente tras su derrocamiento las pasó en Camerún, antes de su traslado a Benín, donde ha solicitado asilo político. Según Radio France Internationale (RFI), Bozizé hubiera preferido trasladarse a otro país de África central, pero no le fue posible hablar por teléfono con ninguno de los jefes de Estado de la subregión.
Benín no ha respondido todavía de forma oficial a la solicitud de Bozizé y su presidente, Boni Yayi, ha preferido trasladar el asunto a sus homólogos de África central, según han indicado fuentes locales a RFI. Para el próximo miércoles está convocada una cumbre extraordinaria de la Comunidad Económica de los Estados de África Central (CEEAC) en Yamena (capital de Chad), durante la cual probablemente se debata sobre el destino de Bozizé a solicitud de Yayi.