LA HAYA, 14 Sep. (EP/AP) -
El líder radical serbio por el Tribunal Penal Internacional de los crímenes yugoslavos, Vojislav Seselj, rechazó hoy al abogado británico que le impuso el Tribunal y exigió defenderse él mismo durante una vista previa.
El acusado se mofó del atuendo de su abogado defensor, David Hooper, que llevaba la tradicional peluca de la judicatura. "Este hombre con un nido en la cabeza ha sido falsamente presentado como mi abogado defensor", dijo Seselj al Tribunal. "Nunca será mi abogado defensor", añadió.
Seselj se declaró inocente de los cargos que le acusan de masacrar al menos a 255 personas en 1991 en una granja de cerdos en Croacia. El juez encargado del caso, Alphons Orie dijo que el juicio comenzará a principios de noviembre, y la acusación espera tardar seis meses en presentar las pruebas.
Después de que Orie pidiera a Seselj que se dirigiera al Tribunal a través de su abogado, el acusado dijo que no quería formar parte de "esta producción teatral".
"Me ha negado mi derecho a representarme a mí mismo y quiere que sea un extra", gritó. "Nunca hablaré a través de Hooper, o con ninguno de estos espías vuestros que pretenden negarme mi derecho a la defensa", añadió. Quince minutos después Seselj pidió ser acompañado fuera del Tribunal, y la vista continuó sin él.
Seselj, aliado del ex presidente yugoslavo Slobodan Milosevic, está bajo custodia del Tribunal desde febrero de 2003. Montó un espectáculo mediático durante su entrega a las autoridades, con bandas de música y masas de partidarios aclamándolo según subía al avión, y prometió convertir el juicio en un circo.
En el fallo que le ordenaba aceptar a un abogado defensor escogido por el propio Tribunal, un panel de tres jueces le acusaba de depreciar las normas del tribunal, insultar a sus representantes y de amenazar a los testigos.
Entre las acciones consideradas "obstructivas" por los jueces, Seselj presentó al Tribunal 191 quejas escritas a mano, alegando que teme que el uso de un ordenador le produzca un shock eléctrico. Seselj también pidió a los jueces que se quitaran sus togas, con ribetes rojos, porque le recordaban a la Inquisición y a la Gestapo.
