MOGADISCIO, 20 Jun. (Reuters/EP) -
El grupo islamista somalí Al Shabaab ha prometido que seguirá con su campaña contra los "descreídos", en referencia a las fuerzas de paz internacionales, tras el letal ataque perpetrado ayer miércoles contra la base de Naciones Unidas en Mogadiscio y que costó la vida a 22 personas, entre ellas cuatro extranjeros.
"Nuestro objetivo es la expulsión de los descreídos de las tierras musulmanas", declaró el portavoz de operaciones militares del grupo, Abdiasis Abu Musab. "Hasta que logremos este objetivo, los descreídos no encontrarán jamás refugio seguro en Mogadiscio. Ni hoy, ni mañana, mientras un solo musulmán siga con vida", hizo saber.
Este jueves, la seguridad en la capital se ha incrementado tanto en la principal carretera de acceso a la ciudad, como en el aeropuerto y la cercana base militar de la ONU atacada ayer, primero con un coche bomba y después con un asalto a pie que se prolongó durante hora y media, hasta que refuerzos de la Unión Africana y del Ejército somalí acabaron con todos los milicianos.
Cuatro miembros extranjeros del Programa de Naciones Unidos para el Desarrollo (PNUD), cuatro guardias de seguridad, siete insurgentes y siete civiles fallecieron en el asalto, de acuerdo con el último balance oficial.
La secta islamista reivindicó el ataque con un mensaje en Twitter: "La ONU, un mercader de muerte y una fuerza satánica de mal, tiene un vergonzoso pasado de no propagar nada más que pobreza, dependencia e incredulidad".
Se trata del primer ataque de importancia que la secta islamista lleva a cabo en Mogadiscio desde que fue expulsada de la capital somalí por la Unión Africana (UA) y las fuerzas gubernamentales, hace unos dos años.
La plantilla internacional del complejo de la ONU ha dormido esta noche en el aeropuerto, protegido con barreras de cemento contra explosiones y torres de vigilancia.
