MADRID, 30 Nov. (EUROPA PRESS) -
Amnistía Internacional (AI) pidió hoy, en vísperas de la celebración del Día Mundial de la Lucha contra el Sida, que las políticas de respuesta a la enfermedad se centren en la protección de los Derechos Humanos de todas las personas que viven con el VIH/sida. Asimismo, abogó por la extensión de las pruebas del VIH "para lograr el acceso universal a la prevención y el tratamiento", aunque advirtió de que la ampliación de las pruebas debe ir acompañada de una mayor protección de "los derechos de las personas a la intimidad, a la orientación y al consentimiento informado".
Según la organización, el respeto, la protección y el cumplimiento de los Derechos Humanos "son esenciales para garantizar que todas las personas, incluidos mujeres, niños y quienes viven en la pobreza, se beneficien de la ampliación de los programas de tratamiento, atención, apoyo y prevención con miras a lograr el acceso universal antes del 2010".
En ese sentido, "es vital que los Gobiernos alcancen los objetivos y compromisos fijados en los Objetivos de Desarrollo del Milenio y en la Declaración de Compromiso en la Lucha contra el VIH/sida realizada por la Asamblea General de la ONU en 2001", prosiguió AI en un comunicado.
Según Amnistía, las personas que viven con el VIH/sida siguen sufriendo "la estigmatización y violaciones de sus derechos, incluida la violencia discriminatoria debida a su condición". Por otra parte, la violencia, especialmente la violencia basada en el género y la violencia sexual, hace que aumente el riesgo de contraer el VIH.
"Para que las respuestas al VIH/sida sean efectivas, deben abordar las dimensiones sociales, económicas y culturales del problema, lo que incluye ampliar el acceso de las mujeres a los recursos económicos y el respeto a la autonomía y a la integridad física de las mujeres", advirtió Amnistía.
LA PRUEBA DEL VIH
Aparte, el conocimiento de la propia condición respecto del VIH "es esencial para que las personas afectadas tengan acceso a programas de tratamiento y para la protección del derecho a la salud", añadió.
La prueba del VIH es importante, por lo que es necesario extender su práctica "para lograr el acceso universal a la prevención, el tratamiento, la atención y el apoyo para todos", aseveró la organización. Asimismo, la ampliación de la prueba del VIH "requiere proteger los derechos de las personas a la intimidad, a la orientación y al consentimiento informado", prosiguió.
Amnistía considera "esencial" que se facilite la orientación respecto de las posibles consecuencias de una prueba del VIH, que se proporcione apoyo para los casos en que el resultado sea positivo y que se garantice la confidencialidad de los resultados de la prueba.
Aparte, "la realización de la prueba del VIH en los servicios médicos para mujeres embarazadas debe basarse en el respeto a los derechos de las mujeres, y han de abordarse las desigualdades políticas, sociales y económicas que puedan aumentar su vulnerabilidad ante las consecuencias negativas de una prueba de VIH", advirtió AI. Ello incluye la creación de servicios de orientación y apoyo "apropiados a un contexto en el que imperan la violencia sexual y la doméstica".
Por otra parte, con la ampliación de la disponibilidad y la accesibilidad de la prueba del VIH, los donantes, los Gobiernos y las agencias que diseñan e implementan estas iniciativas deben garantizar que se respetan los principios de una prueba realizada de forma voluntaria, es decir, "el consentimiento informado, la confidencialidad de la condición respecto del VIH y la provisión de orientación competente respecto del género y la sexualidad", concluyó Amnistía.
