MADRID 8 Mar. (EUROPA PRESS) -
El presidente de Siria, Bashar al Assad, ha subrayado este jueves la necesidad de diferenciar las posturas mantenidas respecto al conflicto en el país árabe por parte del Gobierno y el pueblo turco, al tiempo que ha acusado al primer ministro turco, Recep Tayyip Erdogan, de "apoyar el terrorismo y el extremismo" y de "desestabilizar la región".
En este sentido, ha apuntado que el pueblo sirio "aprecia la postura de los poderes y partidos que rechazan las políticas de injerencia de Erdogan", que, a su juicio "afectan negativamente la diversidad étnica y religiosa de las sociedades de la región", según ha informado la agencia estatal siria de noticias, SANA.
Este mismo jueves, el Ministerio de Exteriores y Expatriados de Siria ha enviado dos cartas idénticas al presidente del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas y al secretario general del organismo, Ban Ki Moon, en las que ha acusado al Gobierno turco de "interferir en los asuntos internos sirios" y de "acoger, entrenar, armar y financiar a grupos terroristas vinculados con Al Qaeda".
"Hemos explicado en nuestras cartas anteriores el gran papel y las prácticas hostiles llevadas a cabo por el Gobierno turco y algunas fuerzas regionales e internacionales que, directa o indirectamente, apoyan a grupos terroristas vinculados a Al Qaeda", ha indicado.
El ministerio ha agregado que "parlamentarios turcos han presentado pruebas concluyentes que demuestran que Ankara está involucrado en los asuntos que tienen lugar en Siria, incluyendo la entrada del barco libio 'Intisar' en el puerto de Iskenderun hace dos meses con permiso especial del Ministerio de Interior turco".
"El barco trasladaba 400 toneladas de armas para entregarlas a los terroristas en Siria, así como a 250 terroristas libios que entraron en territorio del país", ha agregado. Así, ha recordado que las pruebas han sido presentadas por el parlamentario del Partido Republicano del Pueblo (CHP) Atilla Kart.
Asimismo, ha citado la información publicada el 26 de febrero por la agencia británica Reuters, según la cual varios comandantes rebeldes aseguraron que un cargamento de armas --entre las que habría armamento antiaéreo, morteros y lanzacohetes-- había entrado al país a través de la frontera con Turquía junto con dinero para pagar sueldos a los combatientes.
"Esta información prueba de forma irrefutable que los territorios turcos se han convertido en un centro de reunión, cobertura, exportación, apoyo y financiación del terrorismo y de que los terroristas de Al Qaeda trabajan dentro de Siria bajo la supervisión del Gobierno turco", ha agregado el ministerio.
Por último, ha recalcado que "la ignorancia de la comunidad internacional de estas pruebas sobre la participación del Gobierno turco y otros gobiernos de la región en lo que ocurre en Siria contribuye a la continuación de la crisis y da cobertura a la acción de grupos terroristas vinculados con Al Qaeda".
Naciones Unidas calcula que desde marzo de 2011, cuando comenzó el levantamiento popular contra el Gobierno de Bashar al Assad, unas 70.000 personas han muerto a causa de los combates entre las fuerzas gubernamentales y rebeldes.
El Gobierno atribuye gran parte de las víctimas a los grupos terroristas que actúan en el país árabe --según ha denunciado insistentemente-- con la financiación y el apoyo material de Arabia Saudí, Qatar y Turquía, entre otros.