EEUU acusa a Siria de no negociar seriamente sobre las armas químicas

Actualizado: jueves, 6 marzo 2014 9:07

NUEVA YORK, 6 Mar. (Reuters/EP) -

   La embajadora de Estados Unidos ante Naciones Unidas, Samantha Power, ha acusado este miércoles al Gobierno sirio de negarse a negociar seriamente la destrucción de sus instalaciones de fabricación de armas químicas.

   Las palabras de Power han llegado apenas un día después de que la Organización para la Prohibición de Armas Químicas (OPCW) anunciara que Damasco ha consignado para su destrucción fuera de Siria de algo más de un tercio de su arsenal de armas químicas y ha fijado como fecha tope para entregar el resto antes de finales del mes de abril.

   "Siria debe acelerar el proceso para cumplir con las fechas límite de la OPCW. Sólo el 20 por ciento de los materiales químicos prioritarios 1 han sido sacados del país. Los retrasos son peligrosos", ha agregado. Estos materiales son los precursores del gas venenoso.

   Hasta la fecha, la misión conjunta de la OPCW y la ONU ha verificado un total de seis envíos fuera de Siria que representan "más del 35 por ciento de todos los químicos que deben ser retirados para su destrucción, entre ellos el 23 por ciento del material prioridad 1 y el 63 por ciento de los químicos prioridad 2". Uno de estos envíos, del que se informó el miércoles pasado, partió del puerto de Latakia con gas mostaza, considerado prioridad 1.

   Además, añade el comunicado, la OPCW "ha verificado que Siria ha destruido in situ más del 93 por ciento de su 'stock' de isopropanol". Antes de iniciar operaciones en enero para sacar del país las sustancias químicas, a finales de 2013 el régimen había completado la destrucción funcional de sus instalaciones de producción de armas químicas y todas las municiones diseñadas para ser usadas con agentes químicos.

   Siria había accedido a destruir todo su arsenal químico en aplicación del reciente acuerdo entre Washington y Moscú y tras las amenazas militares de Estados Unidos por el ataque con gas sarín perpetrado el pasado 21 de agosto en las cercanías de Damasco, que causaron cientos de muertos. El Gobierno norteamericano y otros países occidentales atribuyeron este ataque al Gobierno, pero tanto Rusia como Siria acusaron de él a los rebeldes.

   El acuerdo obligaba a Siria a inhabilitar todas sus instalaciones de producción y elaboración de armas químicas antes del 1 de noviembre, si bien el proceso va con retraso. Asimismo, para mediados de 2014 deberá quedar destruido todo el arsenal químico del país.