JERUSALÉN, 19 Jul. (EUROPA PRESS) -
El alto representante de la Unión Europea para la Política Exterior y la Seguridad Común, Javier Solana, hizo hoy un llamamiento a un alto el fuego entre Israel y la milicia chií libanesa Hezbolá, advirtiendo de que el derramamiento de sangre podría debilitar al Gobierno democráticamente electo de Líbano y dificultar la victoria en la guerra contra el terrorismo.
Solana, que se reunió con la ministra israelí de Exteriores, Tzipi Livni, condenó el secuestro por parte de Hezbolá de dos soldados israelíes el 12 de julio que llevó a la actual ofensiva militar israelí, e instó a la puesta en libertad inmediata de los dos rehenes, insistiendo en que los esfuerzos diplomáticos deben continuar.
Preguntado sobre si los ataques israelíes son desproporcionados, Solana dijo que si la gente piensa que la ofensiva está causando "más sufrimiento a las personas del necesario para conseguir un objetivo", entonces podría hacer más difícil ganar sus "corazones y mentes" en la "batalla contra los terroristas".
Asimismo, dijo que la ofensiva militar israelí no debería debilitar al Gobierno democráticamente electo de Líbano del primer ministro, Fuad Saniora, con el que se reunió ayer en Beirut. "Creo que todo lo que hacemos para debilitarle no es algo apropiado, no es proporcional".
Por su parte, el ministro de Defensa israelí, Amir Peretz, declaró hoy que Israel no permitirá a las milicias de Hezbolá recuperar sus posiciones próximas a la frontera cuando haya concluido la actual ofensiva militar.
"Nos mantenemos firmes en que Hezbolá no regresará a nuestra frontera del norte", declaró ante la prensa tras reunirse con el alto representante para Política Exterior y de Seguridad Común de la UE, Javier Solana. él dijo a reporteros. "De ningún modo permitiremos que la bandera de Hezbolá ondee hacia la frontera de Israel", añadió.
