HARGEYSA (SOMALIA), 12 (EUROPA PRESS)
El toque de queda continua por tercer día consecutivo en Baidoa, sede del Gobierno de transición de Somalia, después de que se produjeran enfrentamientos entre la guardia presidencial y milicianos en los que murieron al menos 16 personas, según informa la agencia de noticias de la ONU IRIN.
En un comunicado de la oficina del presidente de transición Abdullahi Yusuf Ahmed, se explicaba hoy que el toque de queda indefinido, que comenzó el sábado, se extenderá desde las 9.00 de la noche hasta las 5.00 de la mañana. Aquellos que violen esta restricción se exponen a multas de entre 110 y 220 dólares, o a períodos de prisión de entre uno y tres meses.
Los primeros choques se produjeron el pasado viernes, cuando unidades de la guardia presidencial comenzaron a retirar las barricadas levantadas por milicianos de Geledleh, un subclan del clan principal --el Rahanweyn, predominante en el centro y sur de Somalia--.
Entre los fallecidos en los enfrentamientos se incluye el líder de dicho subclan, Malaq Somow Abdi Garrun. Asimismo resultó herido un miembro del Parlamento de Transición, Muhamed Hussein Afaraleh.
El Gobierno además también ha prohibido que las personas porten armas en Baidoa y asegura que la retirada de estos bloqueos de los milicianos en las carreteras --donde los milicianos exigían dinero a los motoristas para permitirles el paso--, continuará porque es responsabilidad del Gobierno recaudar dinero e impuestos, dice el comunicado.
Mientras tanto, el Ejecutivo provisional presentó al Parlamento ayer una petición en la que se solicita ayuda a la Unión Africana, para que desplace un contingente militar que ayude al reestablecimiento y mantenimiento de la paz en Somalia, que desde hace semanas se encuentra en estado de guerra en varios puntos del país.
Mientras tanto, milicianos islamistas que se hicieron la semana pasada con el control de la capital, Mogadiscio, se trasladaron hoy hacia otras ciudades en al menos 50 vehículos cargados con armamento, aparentemente en un intento de establecer otra nueva batalla con sus rivales seculares.
Varios testigos afirmaron que los milicianos islamistas trasportaron morteros a Jowhar, a 90 kilómetros al noreste de Mogadiscio, el último fuerte de sus rivales, que tras la pérdida de control de la capital han quedado bastante debilitados. En el caso de que los islamistas conquisten también la ciudad de Jowhar y consoliden el poder en Mogadiscio, donde los enfrentamientos causaron más de 330 muertos, obtendrán el dominio sobre todas las ciudades más importantes del sur de Somalia.
El noreste del país se encuentra bajo control del Gobierno de transición, mientras que el centro del país del Cuerno de Africa no está bajo control de ningún grupo específico.
Pese a todo, los señores de la guerra que forman la coalición secular, anunciaron que la batalla en Mogadiscio no ha finalizado, aunque no está claro cuantos guerrilleros y armas quedan en la capital en manos de la alianza. Mogadiscio ha permanecido en relativa calma desde que los islamistas tomaron el control.