MOGADISCIO 13 Oct. (EP/AP) -
Un joven de 23 años, Mahad Osman Ugas, fue fusilado hoy por un pelotón de seis personas en presencia de miles de testigos después de ser declarado culpable de la muerte de un empresario a quien intentó robar su teléfono móvil. Se trata de la segunda ejecución llevada a cabo por la Unión de Tribunales Islámicos en menos de un mes.
"Han matado injustamente a nuestro hijo", declaró Sultán Alí Sultán Ahmed, un anciano del clan al que pertenecía Mahad Osman Ugas. "Habíamos apelado contra la sentencia, pero el tribunal lo rechazó", añadió el anciano, quien había intentado pagar el llamado 'dinero de sangre' para impedir la ejecución.
El dirigente islámico jeque Sharif Sheij Ahmed aseguró que la ejecución se ajustó a los requerimientos de la ley islámica. "Dimos a las familias de las dos partes una oportunidad para solucionar el caso por sí mismos, pero no lo consiguieron y hemos cumplido la sentencia", declaró.