COLOMBO 21 Mar. (EP/AP) -
El Gobierno de Sri Lanka amplió hoy en un mes el estado de emergencia en el país, horas después de que los Tigres Tamiles tirotearan unos cargueros desde dos botes pequeños, informaron las autoridades.
El incidente tuvo lugar cerca del estratégico puerto de Trincomalee en el noreste del país. El Gobierno controla el puerto principal y la ciudad, pero los rebeldes operan en áreas contiguas.
"No hubo heridos entre los tripulantes del navío", informaron las autoridades que no precisaron si hubo heridos entre los rebeldes. Estos incidentes vienen ocurriendo desde que se rompiera la tregua por mediación noruega de 2002 que interrumpió la guerra civil que durante dos décadas afectó a Sri Lanka.
Mientras tanto, cerca de 100 miembros del poderoso clero budista de Sri Lanka se manifestaron ante la Embajada noruega, acusándoles de negociar con los Tigres Tamiles y darles estatus diplomático. Los manifestantes del Frente Nacional del Clero Budista pidieron que Noruega finalice su rol de agente de paz para Sri Lanka. Una amplia mayoría del 74% de la comunidad cingalesa son budistas y los monjes se consideran guardianes de la nación.
El primer ministro Ratnasiri Wickramanayak pidió al Parlamento la aprobación de otro mes de ampliación del estado de emergencia, alegando que es necesario para proteger la seguridad pública.
"Durante el último mes ha habido muchos incidentes y diez personas, incluidos miembros de las fuerzas de seguridad, han sido asesinados", dijo. Los parlamentarios aprobaron la extensión de las regulaciones de emergencia que permiten a las fuerzas de seguridad detener a los sospechosos del terror indefinidamente.
El estado de emergencia fue impuesto el pasado agosto después de que hombres armados, se cree que Tigres Tamiles, asesinaran al ministro de exteriores Lakshman Kadirgamar en Colombo.
El Gobierno acusa de los ataques a los Tigres, que a su vez acusan al Gobierno de atacarlos o de ayudar a los grupos antirebeldes. El Gobierno niega las acusaciones. En un intento de salvar el alto al fuego, las dos partes acordaron en Ginebra el pasado mes sofocar la violencia y reunirse de nuevo en abril.
Los rebeldes quieren crear una patria separada para la etnia minoritaria de los tamiles, ya que se sienten discriminados ante la mayoría cingalesa.